Six days | Jinsoo

11; Día cuatro

─¿Que haces?

─¿No me enseñarás a bailar?─pregunto como un niño de cinco años. La ilusion visible en su cara.

Me rei negando con la cabeza.

─Yo creo que ya estas bailando.

Y era verdad. Movia ligeramente las caderas. Algo torpe y algo ridiculo, pero algo era algo ¿no?

─Eres adorable.─sonreí enternecida mientras tomaba una de sus manos y la otra la colocaba en mi cintura.

─¿Y ahora?

Dejo que el silencio hable por mi y comienzo a moverme de un lado a otro, el acompañandome en cada movimiento y sin dejar de mirarme a la cara. Doy un giro sobre mi misma y vuelvo a aterrizar en su pecho, casi tropezando en el trayecto por culpa de Jin y el riéndose por eso. Luego un paso mas y el me tiene presa entre sus brazos mientras bailamos pegados uno junto al otro. Y yo sintiendo su pecho duro en mi espalda y su respiracion caliente en mi oreja. Enviandome una corriente eléctrica por todo mi cuerpo.

─Bailas bastante bien, novato─me burle volviendo a mirarlo a la cara. El sonreía sin decir nada.

Luego de unos segundos la canción dejo de sonar y comenzó a pasar un lento. Intente volver a la cocina pero Jin me ofreció su mano de repente haciendome parar en seco. Tenia una sonrisa gigante por toda su cara.

─¿Me concedes esta pieza una vez mas?

Lo mire en silencio.

─¿No que tu...?

─Los vals son mas fáciles de manejar.

Sonrei tomando su mano finalmente. ¿que mas daba?

Al tomar su mano coloque la otra en su hombro. El hizo lo mismo solo que su mano fue a mi cadera.
Y se acerco peligrosamente a mi, tanto que por un segundo me asusté por el repentino acercamiento. Senti su respiracion en mi mejilla.

Mi corazon comenzo a bombear con un poco mas de adrenalina.

─...¿y ahora?─susurró el

La cancion lenta comenzo a sonar una vez mas y yo me movi hacia un lado, el siendo acompañado por mi. Luego hacia el otro, y asi repetidamente.

─No es complicado...¿cierto?─susurre en su direccion.

Y demonios, no sabia porque susurraba. De pronto el ambiente no era ligero ni mi corazon estaba tranquilo. Podia sentir el pulso latiendo detras de mis orejas y mis manos sudar. De repente el sostenia con ambas manos mis caderas y yo hacia lo mismo con sus hombros. Y estabamos tan cerca que estaba segura que me veia como una maldita gelatina.

─Jisoo...─susurró el. Mi nombre en sus labios sonaba como algo hermoso y caotico en partes iguales. Me estremecí.

Trague duro.

─¿S-si?

Mi rostro se fue acercando peligrosamente al suyo sin que pudiera hacer nada para evitarlo.

─Yo...

Pero de pronto me separé.