are you scared, mike?

one

—Realmente necesitamos responder eso?— sonrió Perrie sin saber que decir.
—Pues si se supone que están muertas y de pronto están aquí en mi habitación, supongo que si deberían responder eso— susurró fuerte Mike, se miraba molesto pero en realidad estaba asustado, demasiado.
—Sí, en verdad no estamos seguras de que hacemos acá— suspiró Leigh algo cansada de la situación.
—S-solo así? No están seguras?— respondió Mike mirándolas mal.
—Nope, no estamos seguras— repitió Jade acercándose a las figuras de acción de Mike y jugando con ellas.
—Alguien más las puede ver?— preguntó Mike para luego mirar a Jade extrañado.
—No, ni si quiera se supone que tu puedas vernos, así que con qué clase de magia has estado jugando, niño?— lo miró Jesy con ojos acusadores mientras el la miraba algo sorprendido.
—M-magia? no, yo no, ummm— Mike estaba batallando para sacar sus palabras mientras Perrie lo miraba divertida.
—Mira, si tenemos que estar contigo aquí te diré algo, Jesy está tratando de intimidarte— sonríe Perrie.
—Jesy?— repitió Wheeler algo confundido.
—Nelson, Jesy Nelson— aclaró Jesy y se sentó en la cama del castaño.
—No les creo ni un poco, si piensan robar algo en la casa háganlo rápido, menos mis figuras de acción, Nancy tiene todo un closet lleno de ropa que seguro les gustaría— habló el peli-negro mientras las miraba una vez más —o tal vez no— murmuró sacudiendo su cabeza.
—No vinimos a robar nada, solo tu corazón— bromeó Jade y guiñó.
—Michael, todo bien?— Karen Wheeler entró sin tocar algo extrañada pues oía a su hijo hablar.
—Mamá, puedes verlas?— preguntó Mike algo desesperado y asustado.
—Verlas, okay— asintió Karen mientras buscaba algo por toda la habitación.
—Las miras, sabía que estaban mintiendo— sonrió Mike. —se irán a prisión—
—Claro, bueno, necesito que limpies este lugar Michael, parece basurero— murmuró Karen agarrando algunos platos que Mike tenía en su cuarto. —después de que termines de jugar, claro— sonrió mientras salía de la habitación y cerraba la puerta.
—Jugar?— Mike volteó a ver a Leigh quien lo miraba algo preocupada.
—Estás pálido— se acercó Leigh a Mike y puso una mano en su mejilla.
—Se supone que no pueden tocar nada, cómo es q...— balbuceó Mike, no se sentía muy bien.
—Claro que está pálido, Leigh, es su color de piel— rió Edwards mientras se acercaba a Jade y a las figuras de acción.
—No, no es su color de piel, se está poniendo morado, tenemos que hacer algo— Leigh empezó a caminar por toda la habitación mientras buscaba algo, Mike se preguntaba que era.
—Necesitan irse, es lo que necesitan hacer— Mike las miró y cayó en su cama, se ponía un poco débil. Mike pasó por cosas peores, por qué está tan asustado de cuatro chicas muertas que ni si quiera dan miedo?
—No fue nuestra elección estar aquí, Michael— habló Jesy mientras Mike aún miraba a Leigh quien al parecer había encontrado lo que buscaba.
—Esto sirve— sonrió Leigh y volteó a ver a Mike —me puedes decir dónde está tu baño?—
—Uh, está...— Mike apenas podía hablar.
—No importa, ya lo encuentro— salió Leigh de la habitación con cuidado de no hacer algún sonido.
—No fue su elección?— preguntó débilmente Wheeler mientras volteó su cabeza a Jesy.
—Crees que vendríamos con un chico de diez años por elección?— preguntó Jade con un tono divertido.
—No tengo diez años—
—No tenemos elección, ese es el punto, Michael, perdón por molestarte— habló Jesy mientras lo miraba, fue sincero, al menos eso sintió Mike.
—Necesitaba mojarlo un poco, pero no te preocupes, no es agua muy helada— sonrió Leigh mientras entraba y ponía una camiseta en la frente de Mike.
—Gracias, eso creo— murmuró Mike y dio una leve sonrisa a Leigh —...no me llamen Michael— habló Mike, mientras Jesy lo miraba confundida —me pueden decir Mike— las miró mientras aún sostenía la camiseta mojada que Leigh le había dado —Mike Wheeler—