La Diosa Perdida (nico di angelo)

16

Hemos pospuesto demasiado la ida al campamento, ¿Porque no me quieres llevar? —preguntó Nella.

Simplemente no creo estar listo para ir —dijo Nico, desde aquella noche que soñó con su hermana diciendo que una chica lo esperaba inventó millones de escusas para no ir, simplemente no se sentía preparado, él ya tenía a Nella, y es feliz con ella.

Casemonos —dijo Nella, sentía como Nico dudaba su amor hacia ella, era algo que ella no se podía permitir.

¿Qué estás diciendo? —dijo él, la miraba, pero ella solo estaba sonriendo.

Me amas, yo te amo, no tenemos impedimento alguno —dijo ella acercándose a él.

Te podré amar Nella, pero, ¿No es demaciado apresurado? —Nico respondió nerviosamente.

Si me amarás de verdad no dudarías en casarnos —dijo ella comenzando a enojarse— dices amarme Nico, pero no piensas en casarnos, es mejor que esto quede hasta aquí —dijo ella, mirando como Nico se acercaba a ella, él la abrazó, y ella solo correspondió mientras sonreía

Muy bien hecho, serás solamente mío.

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Hija mía, cuánto tiempo sin vernos —dijo Atenea mirando a Annabeth.

¿Qué haces aquí? —preguntó ella mientras cerraba la puerta de su cabaña.

Es el momento que hemos esperado —dijo Afrodita haciendo su aparición.

El momento de atacar —sonrío Atenea.

¿Cumplirás tu trato? —preguntó Annabeth.

Te regresare lo que más amas, y les daré mi bendiciones —dijó Atenea.

—Annabeth sonrió— dime el plan.

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Me encanta que vengan al territorio enemigo —dijo Artemisa, Elizabeth solo se limitó a mirarla, Percy la miraba molesto al igual que Jason.

¿Qué es lo que te encanta? Si comienzan la guerra aquí, van a destruir todo!! —dijo Jason desesperado.

—de la nada la puerta de la cabaña de Artemisa fue abierta, Artemisa se acercó a Elizabeth para protegerla, mientras Percy y Jason tomaban sus espadas—

Mi Dios me a dicho que le diera esto —dijo una chica de cabello rubio y ojos azules, intento acercarse a Artemisa y Elizabeth, pero Percy la detuvo.

¿Qué es eso? —pregunto Percy.

Solo es un mensaje —respondió ella, Elizabeth movió a Artemisa y se acercó a la joven.

¿Quién es tu Dios? —preguntó ella.

—la joven hizo una reverencia— no tengo permitido revelar esa información, pero por favor, acepte la nota —dijo la Joven.

¿De qué lado está Ina? —preguntó Elizabeth.

Del lado de usted —dijo ella.

Dile a tu Dios que acepto tu invitación —dijo Elizabeth mientras tomaba aquella nota, Ina solo asintió y se retiró de la cabaña— a la siguiente no se les olvide ponerle seguro a la puerta —dijo Elizabeth mirando a Percy y Jasón.

¿Qué dice la nota? —preguntó Artemis.

Quiere verme en el bosque —dijo Elizabeth— y lo entiendo, es muy arriesgado que venga hasta aquí.

¿Sabes quién es? —pregunto Jasón.

Podría ser una trampa —dijo Percy.

Sé quién es, y sé que no es una trampa —dijo ella mientras miraba a Artemisa.

¿Cuando tienes que ir? —pregunto Artemisa.

Ahora —dijo Elizabeth.

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—al llegar a la centro del bosque Elizabeth miro a los chicos— no crean que estoy contenta con que ustedes vinieran.

No creas que te íbamos a dejar sola —dijo Percy.

Es un verdadero placer de conocer a la Diosa que me a quitado el sueño —dijo una voz detrás de Elizabeth.

—Elizabeth volteó a ver a la persona que estaba hablando— ¿Ya has escogido unirte a nosotros? —dijo ella sonriendo levemente.

Claro que si —hizo una reverencia— soy su humilde súbdito, hasta el fin de los tiempos.

¿Que haces aquí, y porque le has dicho Diosa? —preguntó el Hijo de Hefesto que recientemente llegaba al lugar.

Del porque e venido hasta aquí ya lo e dejado claro, ella es la Diosa mayor —aquel Dios sonrió— ¿No lo sabían?

—los chicos rápidamente miraron a Elizabeth— de que eres Diosa? —preguntó Percy, se sentía engañado, ¿Otra Diosa jugando con sus sentimientos?.

04/07/18