¿Emborrachar a Niall?

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Sentí sus labios, sus labios en los míos, en un compas lento, tan dulce hasta la mierda. Eran tan suaves y tan dulces, no se como podrían tener un sabor así. Era increíble, sus labios empezaron a moverse a un ritmo perfecto acoplándose a los míos.

se movió, sentándose a horcajadas  sobre mi. Santo Dios. El ambiente se sintió más caliente y sus manos se movieron a mi cuello, estando lo mas cerca posible. 

El beso fue parando poco a poco. Y nuestras miradas por fin se juntaron, luego que él estuviese unos minutos con los ojos cerrados, aunque aun estaba sobre mi, con sus manos alrededor de mi cuello.

-Mierda -susurró.

No dije . ¿Qué se supone que diría? 

El miro mis labios, luego me miro directamente a los ojos. 

-Yo... -intente decir, pero él me interrumpió. 

-Lamento esto -lentamente fue bajando sus manos hasta mi pecho.- pero no pude contenerme -susurro. -y quiero besarte de nuevo.

Sin decir nada, lo empuje sobre el sillón y caí sobre el y lo bese de nuevo. Maldición, podría acostumbrarme a este sabor.

Sus manos fueron a mis rulos y tiro de ellos suavemente y gemí.

-Hazza -gimió en mis labios.

Mierda.

Necesito más.

Lo necesito a él.

Y este jodido sofá no me ayuda en nada.

-Vamos, ven -susurre en sus labios.

Me levante y camine hasta mi habitación con el detrás de mi. Encendí la luz y el estaba detrás de mi, tenia un rojo carmesí en sus mejillas.

-No... creo... -empezó a decir.

-Espera acá. -dije rápidamente y corrí a la cocina. Necesito muchas cervezas. 

No creo lo que voy hacer. 

Voy a emborrachar a Niall. 

¿Emborrachar a Niall? 

Estoy jodido

Tome 4 botellas de vodka y cervezas, camine hasta la habitación con todo eso y el estaba sentando en mi cama. Se levando de golpe y tomo una de las botellas de vodka y dos cervezas y sin decir mas le dio un gran trago a la botella de vodka. Sonreí cuando su cabeza se inclino hacia atrás para que el pudiese beber tranquilo.

Tire todo en la cama y el ya estaba cerca de llegar a la mitad de la botella. 

Cuando menos lo sentí. Estaba abajo de el, sobre la cama y sus labios comenzaron a trabajar en mi cuello. 

Santo. Santo Dios. 

That was for you; nsWhere stories live. Discover now