Bound [ spanish version ]

capítulo veinte

Una semana después.

[ Justin ]

Entro en la casa, cerrando la puerta a mis espaldas. Un bostezo sale de mis labios, haciendo que mis ojos se llenen de agua.

Finalmente. Pienso.

Estaba de regreso después de otro agotador y largo día de trabajo. Había consistido en algo así como reuniones, reuniones y más reuniones.

Mi cabeza dolía como el infierno y sentía que mi cuerpo se iba a desvanecer en el suelo en cualquier momento. Mi estado mental, era otra historia. En mis labios se formaron en una media sonrisa, antes de que fuera capaz de detenerla. De alguna manera... Me sentía como si hubiera vuelto a la vida...

Estaba cerca de ser curado...

Cuatro años atrás, había comenzado una batalla contra la depresión. Era porque sentía una enorme opresión en mi corazón. Un fuerte dolor que sentía ahí, por la perdida de ella. Una traición. No podía funcionar de manera apropiada. Podía estar en casa, en el trabajo, pero mi mente no podía dejar de pensar en ella.

Me sentía... sin vida. No tenía un verdadero sentido para vivir. La mujer por la que finalmente me había enamorado se había alejado de mí. Y no sola, con nuestros hijos. Estaba terriblemente herido, y lo había estado por mucho tiempo.

En un corto periodo, cerca de cinco meses, me había sentido perdido después de la partida de Lea. Todos a mi alrededor; Jaxon, Janice, mamá, papá, incluso mis compañeros de trabajo, habían notado mi cambio.

Así que había sido forzado a buscar ayuda, en contra de mi voluntad. Y un día, encontré lo que me estaba pasando, tenía depresión.

Pero después de tanto, todas las emociones que mi cuerpo no había tenido. Todos esos sentimientos, que había sacado. Estaban volviendo. Volviendo a mí y a mi cuerpo. El vacío en mi corazón se estaba llenando de nuevo. Y el dolor... seguía ahí, pero no tan fuerte. Al igual que el sentimiento de tración.

Estaba cerca de ser curado de mi depresión.

Bueno, eso era lo que yo pensaba.

No había visto a mi doctor para que me informara. Pero yo podía sentir como en mi interior volvía a funcionar. Lentamente.

Y todo era gracias a tres personas. Drew, Sophia y, tenía que decir... Lea.

No importaba lo mucho que se marcha y tración me hayan lastimado. Ella siempre encontraría una manera de hacerme sonreír y feliz.