13.Refugio

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NARRA YUDIT

-¿Me estas diciendo que vendrán por la hermana, amigas y este andrajoso? -grité.

Fijé mis ojos en los miel de Alejandro que se veía relajado sentado en el tronco.

-En cuanto se enteren de que los tenemos vendrán a por ellos.

-¿Y cómo se van a enterar?

-Acabaran llegando a algún campamento y con los espías que tenemos en todos les haremos llegar un mensaje.

-¿Y si no vienen?

-Vendrán.

El chico de pelo azul con las raíces rubias intento gritar pero la mordaza de su boca se lo impidió.

-¿Quieres decir algo? ¿O solo gritar? -quiso saber la chica poniéndose a su lado.

El chico hizo un gesto de interrogación con la mano y la chica le quito la mordaza.

-¿Para qué los quieres a ellos?

-Pues veras... quiero que Virginia sea mía como sea y si tengo que matar o secuestrar para ello lo haré.

-¿Y porque Virginia?

-¿No te das cuenta? La gente hace lo que ella quiere, por eso la necesito.

-¿Y qué pasará con los demás y conmigo?

-Os mataré.

-¿Qué? No tienes porque -el chico comenzó a gritar-. ¡No lo hagas! ¡Virginia nunca te hará caso como lo sepa!

Yudit le puso de nuevo la mordaza para callarlo aun así él siguió gritando.

-¿Solo la quieres por eso?

-Y porque lo hijos que tendremos serán bien guapos.

Miré otro lado incrédula. <La prefiere a ella antes que a mi> me dije a mi misma y se me escapó una lágrima, rápidamente me la quitó <Pues me ocuparé de que se quede sin zorrita>

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NARRA VIRGINIA

Estuvimos una semana andando siempre que el sol se iba y cuando comenzaba a salir nos escondiamos de sus rayos calientes a dormir.

Durante esa semana no encontramos ningún rastro de nuestras amigas y comenzamos a desechar la idea de que escaparan pero no deciamos nada.

Las provisiones comenzaron a escasear y no teniamos otro medio de supervivencia.

Acabamos por dirigirnos a un campamento de la resistencia de nuestra gente. Allí fuimos bienvenidos y cuidados. Pasaron unos cuantos días hasta que nos preguntaron si estabamos interesados a aprender a defenderse con todo tipo de armas.

-Es tu primera clase no te preocupes, yo la primera vez volví a la habitación en camilla.

La chica miraba al frente y reía, era una de mis compañeras de habitación y la con la que mejor me llevaba. Sara, así se llamaba la chica, era muy risueña, tenía el pelo oscuro al igual que sus ojos y era más alta que yo incluso.

-Pero si no siento medio cuerpo.

El grupo de chicas que ibamos nos cruzamos con un grupo de chicos y mis amigos que iban hacia el sitio donde habiamos entrenado. Los chicos comenzaron a silbarnos y a decirnos cosas y mis amigos me golpearon 'cariñosamente´ y yo les devolví los golpes con una sonrisa.

-Joder tía. -suspiró Sara mordiendose el labio.

-¿Qué pasa? -pregunté sabiendo perfectamente lo que ocurría.

Sin Vuelta AtrásDonde viven las historias. Descúbrelo ahora