Amigo

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—¡Dime que es una de tus tontas bromas Pegasus!

—No lo es —expreso jovial el hombre de cabello plateado.

—Pero esto...

—Oh vamos —se levantó de su lugar mientras venia por la ventana de la oficina— ¿No es genial? ¿Que la persona que te gusta sea la persona que está destinada a ti?

Más no espero respuesta alguna, solo escucho el gruñido de Seto que no pudo evitarle hacerle reír, Seto no había cambiado mucho desde la primera vez que se conocieron, era tan terco como de costumbre, tanto que a pesar de que el destino le sonriera era reacio a aprovechar la oportunidad. Escucho el portazo de la puerta al cerrarse, era de esperarse ante el sonrojo del joven de orbes azules, aún más cuando Crawford le propuso ser honesto con su destinado.

¿Pero cómo ser sincero en esta situación? La lógica, que siempre se veía inmiscuida en su vida le dictaba dos formas de ser visto ante los ojos de Yugi Mutou. Como un oportunista o como alguien que se ha resignado ante sus deseos biológicos.

Suspiro mientras se dirigía a su salón, aun recordaba como el solo verle le había hecho decir esa estúpida frase que no parecía inherente a él. Sin embargo a pesar de haber llegado a un "acuerdo" con él su relación; la cual seguía siendo de dos desconocidos que al final terminarían juntos no había cambiado, ni les había acercado más o les había hecho alejarse.

Frunció el ceño, al menos esperaba que quisiese alejarse de su persona, pero ni eso, ¿Acaso Yugi Mutou no tenía alguna opinión sobre la situación? Quería saberlo, pero él ¿Preguntándoselo? ¡Nunca! Él no era de esa clase de personas, débiles, que se dejaban avasallar por la situación aún menos dejarse intrigar por el pensamiento de los demás hacia su persona.

Aun así, a pesar de ello se movió sin pensarlo cuando vio a su destinado con alguien más.

—¿Kaiba-Kun? —le escucho llamarle por su apellido, una mueca apareció en su rostro, con esa forma de referirse a él demostraba su "gran" cercanía. Aún más su orgullo fue mellado al verse a sí mismo tomarle del brazo.

—Vaya, no espere que ambos se conocieran —hablo el azabache mientras sonreía— un gusto, soy Otogi, Otogi Ryuji, amigo de Yugi Mutou.

Seto no dijo palabra alguna, aun menos cuando notó el rubor en las mejillas de Yugi Mutou, aun así la duda seguía frente a él ¿Cómo es que esos dos se habían vuelto tan cercanos? Más no espero que la duda fuese compartida entre Ryuji y él.


La Forma del Amor 【Rivalshipping】Where stories live. Discover now