Capítulo Dieciocho.

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''Amber, están tocando la puerta, ¿Puedes abrir?''.

Ella me miró desde la otra punta del mueble y se río.

''No''.

Le di un coñazo en la pierna y luego de maldecir me paré a abrir.

''Coño, ¿Tu no tienes casa?''.

Deje pasar a Julio y me robó un beso.

''Tambien me alegra verte, Sam'' - giro los ojos - ''Quería ver como te iba con tu trabajo, traje mi laptop, podíamos hacer correcciones''.

Esa era otra, Julio, Amber y yo estudiamos juntos.

''En la sala está Amber''.

Él término de pasar y yo cerré la puerta.

''Hola rubia''.

Saludo él y ella no saco la vista de su teléfono.

''Hola tú''.

''Amber, Julio vino para hacer revisiones de su trabajo. Vamos a ver los tres que podemos mejorar''.

Estuvimos un rato leyendo lo que habíamos escrito y mejorandolo, o sea, yo no es que soy una mierda que le da su vida al estudio, pero si hago lo suficiente y tengo una retención muy arrecha, por ende puede andar relajada por la vida.

''Bueno, creo que eso es todo'' - hablo la rubia y cerró su laptop - ''Gracias por la ayuda'' - nos sonrió y empezó a recoger sus cosas - ''Nos vemos, queridos compañeros''.

Yo me reí, ella se despidió y salió de la casa.

''Ay, puta madre. Tengo un hambre bestial''.

Me acosté entre la piernas de Julio, con mi espalda contra su pecho mientras jugaba los Sims.

Mi avatar era alta hampa, era espía, había roto dos matrimonios, asesinado a tres personas y tenía una novia que estaba buena y lo demás es cuento.

''Pon música'' - hablo Julio viendo todo lo que hacía y moví un brazo para que pusiera lo que quisiera de mi Spotify - ''Esta es arrecha''.

Puso Sangria Wine.

''Es demasiado, brutal''

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''Es demasiado, brutal''.

Sigue jugando un rato y Julio me abrazo para dormir, yo me acomode mejor y trate de evitar el hecho de que seguía muriendo de hambre, porque tenía ladilla y coño, pobre Julio apenas se había dormido.

En treinta minutos lo despierto.

En treinta minutos lo despierto

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A Venezuelan In The University.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora