all night ; julian brandt

008.

Hoy era el día libre de los alemanes y al parecer todos lo iban a disfrutar con sus familias, por su parte Lola decidió irse con Mikhaela a Kazán para apoyar a España en su partido contra Irán, ya que no quería tener nada que ver con los alemanes, o al menos con Özil, no quería verlo ni en pintura.

Julian, Sebastian y Melissa pasaron todo el día juntos en el hotel de concentración ya que no tenían permitido abandonar las instalaciones. Los padres de Julian, Heike y Jürgen, llegaron por la tarde junto a sus hermanos menores Jascha y Jannis.

—Extrañaba demasiado a mi mounstrito —dijo Jascha tomando en brazos a su sobrino.

—¿Qué se siente estar viviendo tu primer mundial, hermano? —preguntó Jannis emocionado.

—Es una experiencia inexplicable, estoy orgulloso de haber llegado hasta acá, debo agradecerles demasiado por todo su apoyo, por nunca dejarme solo, por siempre impulsarme a ser mejor, es un tanto difícil no tener muchos minutos en el campo pero Joachim sabe porque lo hace —respondió Brandt, un tanto emocionado y triste a la vez.

—Mira mi amor, tu mismo lo haz dicho, Löw sabe porque no te da minutos pero cada que entras se que das lo mejor de ti y se ve reflejado en tu juego, es tu primer mundial y se vienen más —su mamá lo abrazó—. Estamos muy orgullosos de ti, mi campeón.

—Siempre estaremos para ti, hijo —Jürgen se unió al abrazo—. En las buenas, en las malas y en las peores.

—Exacto, hermano —Jannis se puso a jugar con Sebastian y Jascha.

—La familia siempre es lo primero y sabes que estaremos para ti en todo momento, si te caes estaremos ahí para levantarte —su esposa lo animo.

—Gracias por estar, no se que haría sin ustedes, gracias por estar viendo este sueño conmigo, pequeña —Jules se acercó a Meli para abrazarla como sino hubiera un mañana.

—Ew, perdón que interrumpa —Leon llegó al cuarto donde se encontraban los Brandt—, ¿puedo quedarme con ustedes? es que digo, todos están con sus familias y me siento solito, no se preocupen que me iré en un rato, es mientras llegan mis papás —dio una pequeña sonrisa.

—Claro que puedes quedarte leona, tu eres parte de la familia —Meli lo invito a pasar.

—Pero mira cuánto haz crecido, hijo —Heike le dio un fuerte abrazo y lo agarró de los cachetes apachurrándoselos—. Que guapo estás mi muchachito.

—Mamá tranquila —los hermanos Brandt empezaron a reírse por la forma en la que su madre saludaba a Leon, aunque era típico en ella.

Mientras todos ponían atención a Leon y Sebas, Julian decidió llevarse a Melissa para hablar en privado.

—Oye amor —le dijo una vez fuera del alcance de su familia.

—¿Pasa algo, Jules? —Meli lo miró extrañada, era algo rara la situación.

—Dímelo tu —su rostro se tornó serio.

—No te entiendo, ¿quieres decirme algo, no?, háblame claro.

—Bien, ¿qué se trae ese tal Vela contigo? —Julian se cruzó de brazos esperando una respuesta.

—Nada, ¿por qué preguntas? —Melissa respondió seca.

—He visto que tiene cierto interés en ti desde el día del partido, comprendo que fuiste a visitar a chicharrón y a leila pero se que ahí estaba el y no me gusta la actitud que tiene contigo —le dijo un poco molesto.

—Julian, entiendo tu postura, se que estás celoso, tu cara lo dice todo y no sé, no había notado lo que me dices, Vela se me hace súper equis, no puedo decirte que es mi amigo porque apenas lo conozco, no hay nada de que preocuparse —Meli le dio un beso corto en los labios.

—Perdón pequeña, sólo lo hago porque quiero protegerte a toda costa, no me hago a la idea que estes con alguien más que no sea yo, ni siquiera me gusta que otros hombre te miren de esa forma, de la forma que yo te miro —Jules bajó la mirada apenado, abrazándola.

El siempre era así cuando se trataba de celos, por mas que llevaran juntos desde los 16 años el siempre lograba ponerse nervioso en esas situaciones, porque si, amaba a esa chica con su vida, era lo más importante que tenía aparte de su hijo y su familia, no se hacía a la idea de no tenerla a su lado, esa chica que siempre lo había apoyado, que estaba en sus triunfos pero también en sus derrotas, aquella que estaba a las 3 am si el la necesitaba, Julian estaba loco enamorado de ella, se notaba a simple vista.

Y ese amor era correspondido por ella.