85.Ríndete.

8.4K 774 313
                                    

-Porque... -desvié la mirada y no quise seguir hablando. Me daba miedo que se molestara por meterme en sus asuntos.

-Estoy esperando -sonrió malicioso pero sin apartar la vista de mí.
-No te diré, no puedo.
-Bueno -sonrió divertido -entonces puedo castigarte...¿qué tal si bailas para mí?
-Claro que no -dije de inmediato.
-Tendrás que hacerlo porque no quieres decir la verdad -dijo con falsa tristeza.
-Pero eso es...-me sonrojé de solo pensar en que tendría que bailarle -prefiero decírtelo -le respondí derrotada.
-Como quieras, aunque sería provocador verte bailar.
-Deja de burlarte -le di un manotazo.
-Entonces habla.
Hice una pausa.
-Estaba nerviosa porque una chica entró a la habitación y...me dio miedo que Gerald la lastimara.
Soltó una carcajada.

-Que persona tan buena y considera eres.
-¿No estás enojado por lo que hice? -lo miré extrañada.
-¿Por qué lo estaría? Lo hiciste porque así eres tú -por un momento su mirada pareció ocultar algo más, algo extraño...
-No creí que comprenderías.
-Te falta conocer tanto de mí.
En eso Jarek tenía razón.
-¿Verdad o reto? -lo observé fijamente.
-Verdad.
Esta vez se lo preguntaría.
-¿Qué me ocultas? ¿por qué has estado tan raro?
Jarek sonrió socarrón.
-Esas son dos preguntas.
-Bueno, al final tienen la misma respuesta así que contesta.
-Prefiero un castigo que confesar eso -soltó.
-Vamos Jarek -reí con nerviosismo -¿qué tan malo puede ser?
Su mirada se volvió seria.
-No es malo, solo es raro que me haya pasado y con alguien como tú.
Fruncí el ceño.
-¿Todo esto es mi culpa?
-Si.
Suspiré confundida.
-¿Qué es lo que ocultas demonio?
Al igual que yo, también suspiró.
-Eres cruel al hacer como si no lo supieras.
-Es que no lo sé -dije un tanto insegura de mis propias palabras.
Guardó silencio un momento y se acercó a mí, tomando mi mano con fuerza.
-Dejemos de jugar...si realmente quieres que lo diga, lo diré pero debes escuchar hasta el final ¿de acuerdo? -me miró directo a los ojos y un escalofrío me recorrió la espina dorsal.
-D-De acuerdo -tragué con dificultad mientras mi corazón aumentaba su ritmo cardiaco.

Jarek mordió su labio y después abrió la boca soltando una risa nerviosa.
-Ni siquiera sé cómo empezar.
-P-Pues solo dilo.
Nuestras miradas se cruzaron y entonces algo ocurrió. Aquel demonio me tomó con mucha fuerza y me atrajo hacia él.
Y solo pude reaccionar cuando sentí el impacto de sus cálidos labios contra los míos...

Después de unos milisegundos se apartó pero incluso aún me sostenía de la mano... estaba totalmente aturdida.
Y simplemente se limitó a hablar. -Pensaba mantener esto en silencio hasta que te marcharas de aquí, pero ya no puedo -hizo una pausa -cuando nos alejamos por ese periodo de tiempo estaba aliviado de que fuera así porque aunque sabía que eras parecida a mí...me dio miedo tenerte cerca.
¿Qué había dicho?
Observé los ojos tan singulares de Jarek, los cuales a mi parecer tenían un brillo más especial de lo normal.

-¿M-Miedo? -dije confundida. Asintió y después soltó una risa.

-Por primera vez en mi vida no sabia que hacer... estaba tan confundido, una parte de mí hubiera preferido mantener las distancias pero también me alegré cuando eso se volvió imposible por el hecho de que éramos familia...
Hubo silencio.
-

Creo que el idiota de Izan lo supo mucho antes que yo mismo y aún en estos momentos me es difícil aceptarlo...aceptar que una humana llegó a importarme a tal punto que...que yo...

Oh no. Jarek no se atrevería a decir aquello ¿verdad? Eso me atemorizó.

Velozmente solté su mano, me aparté de él y caminé a la puerta.
No podía escuchar eso.

DemonioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora