Narra Marth
Miré por la ventana del castillo de mi reino, la tarde estaba mucho más aburrida de lo normal, nublado y a punto de llover.
Toda mi familia había decidido ir a ver una obra de teatro al centro del reino pero yo preferí quedarme en casa, no me apetecía salir a divertirme, pues estaba cansado haber entrenado esgrima toda la mañana con mi primo Roy, el cual ahora mismo se encontraba alimentando a los caballos en el establo.
Decidí matar el tiempo con un buen libro, pues es algo que suelo hacer a menudo en las tardes como esas, asi pues, me acerqué a la estantería a buscar algo interesante que leer, después de unos cuantos minutos, escogí un libro rojo un tanto pesado que hablaba de historias de caballería, el cual era perfecto para pasar el rato aquella tarde.
Leí apenas unas cuantas páginas, hasta que Roy entró sorpresivamente en la estancia.
-Roy, te he dicho miles de veces que toques la puerta- me quejé, mi primo tenía la mala costumbre de irrumpir de aquella manera, lo hacía todo el tiempo, creo que ya me estoy acostumbrando.
-Lo siento, pero tengo noticias que talvez te interesen- respondió el pelirrojo con una sonrisa de oreja a oreja.
-¿Qué clase de noticias?- pregunté sin levantar la mirada del libro pues quería aparentar que no tenía interés alguno en escuchar.
-El rey de Hyrule dará una fiesta esta noche en su castillo- contestó Roy como si aquella fuera la mejor noticia del mundo.
-¿Y eso qué?- respondí sin darle importancia, aquello me resultaba una completa tontería.
-Pues que podemos ir juntos Marth- respondió Roy como si fuera la cosa más obvia del mundo, los ojos de Roy brillaban de la emoción.
-No digas tonterías, recuerda que nuestro reino esta en guerra con Hyrule, no podemos ir a una fiesta de ellos como si nada- respondí irritado.
-Podemos colarnos en la fiesta, habrá mucha gente ahí y nadie se dará cuenta, son demasiados invitados como para que nos noten, además nadie nos conoce y lo mejor de todo esque será una fiesta de máscaras- dijo Roy cada vez más emocionado.
-Olvídalo, es mala idea, si alguien nos descubre, sin duda nos matarán- dije mientas cerraba el libro y lo devolvía a su lugar dando por concluída mi sesión de lectura.
-Nadie nos descubrirá, anda Marth, quizá y conozcas a alguna chica...- murmuró el pelirrojo.
-Tu sabes mejor que nadie que no tengo interés en conocer a ninguna y menos a una que sea del reino enemigo- respondí con gran indiferencia.
-Otra vez con lo mismo, primo- se quejó Roy rodando los ojos.
-Pues si, tu no lo entiendes, hay una guerra y no tengo tiempo para pensar en el amor, además nuestros padres se enojarían mucho si se enteran de que vamos al reino enemigo a una fiesta- dije en tono cortante esperando haber terminado ya con la conversación.
-No creo que ese sea la verdadera razón .- reflexionó el pelirrojo.
-Pues sí lo es- mentí pues sabía que en realidad ese no era el verdadero motivo, la verdad era que consideraba que el amor no existía, que es algo irreal, una mentira, algo falso y sin sentido.
A mis 17 años jamás he tenido el mínimo interés por enamorarme, casarme o cualquiera de esas cosas.
No lo digo solo por decirlo, pues en realidad tengo varios motivos para pensar en eso.
Mi padre me dijo que en cuanto se presente una batalla deberé pelear para defender este reino, sé que de ser así, probablemente moriría y si tuviera una esposa, sería sumamente doloroso dejarla para ir a la guerra con la incertidumbre de lo que pueda suceder.
Además, jamás he conocido a una dama de que halla podido enamorarme, en general las mujeres de mi reino son superficiales y engreídas, pero sobre todo aburridas, sin tema de conversación e interesadas.
Al ser el príncipe de Altea y el único hijo del rey, siempre me presentan a muchachas de alta cuna, mujeres sumamente hermosas aunque bastante presumidas, sin embargo para mí, todas ellas son iguales.
Hace poco menos de un año conocí a una chica, se llamaba Shiida si mal no recuerdo, comenzamos a salir. Aunque claro, yo no estaba del todo interesado en establecer una relación, sin embargo mi familia insistio en que sería una buena idea formalizar algo con ella. A pesar de que convivimos un tiempo y ella me agradaba No logré enamorarme pues resultó ser una joven que se fijaba más en los títulos y en las apariencias, que en lo que realmente importa.
-Bueno, si no quieres venir, tu te lo pierdes- exclamó Roy interrumpiendo bruscamente mis pensamientos.
-Entonces ¿tu irás?- pregunté sobresaltado esperando que mi primo no estuviera dispuesto a hacer alguna estupidez esa noche.
-Claro que iré, yo no soy tan aburrido como tu- dijo Roy refiriéndose a mí tomando una actitud completamente infantil.
Me quedé en silencio un momento mientras que Roy caminaba decidido hacia la puerta del cuarto.
-Esta bien Roy, voy contigo- contesté soltando un largo suspiro, no iba a dejar que mi primo se metiera en problemas.
El pelirrojo sonrió y yo le devolví el gesto, esa noche nos escabulliríamos en una fiesta. En una fiesta del reino enemigo.

YOU ARE READING
Marth x Zelda "Romeo y Julieta"
FanfictionDos reinos en guerra. Ella cree en el amor, él ha dejado de buscarlo Ella mira hacia el cielo, él cuenta las estrellas Ella camina hacia el altar, él hacia su muerte Ella es como Julieta, él como Romeo. Fanfic basado en la famosísima tragedia de Wil...