Adrenaline ❜ ┊ jaeyong

5. Wishful thinking.

Jaehyun se encontraba cenando una rica sopa que el propio Johnny había preparado para los tres compañeros de piso cuando una notificación llegó al móvil del estudiante de enfermería, que al desbloquearlo y leer ese simple mensaje constituido por dos simples palabras, se le cayó la cuchara en el plato, con tan mala suerte que prácticamente duchó a los tres chicos. Se atragantó con su propia saliva y, entre tos y lágrimas en los ojos, repartió servilletas a sus compañeros, sin ser capaz de formular palabra alguna para disculparse.

—¡Eres un torpe! —rió Johnny ayudando a limpiar al mayor de los dos, que había salido más malparado.

—Esta camisa era nueva... —gruñó el que ahora estaba siendo atendido por ambos chicos.

—¡De verdad lo siento! No era mi intención —lloriqueó mirando su camisa con apuro, esperando que realmente no se arruinara por el caldo.

—Más te vale que no lo fuera.

Johnny volvió a carcajearse, pareciéndole la situación más que divertida. Taeil momentáneamente lo miró con desdén, pero a los segundos rió de la misma manera.

—¿Acaso recibiste un mensaje de la CIA? —bromeó el mayor ya olvidándose de su camisa, mirándolo con expectación mientras seguía comiendo.

El ambiente había mejorado desde la tarde. Prácticamente Taeil sólo había gastado todas sus fuerzas en llorar, y ambos chicos dejaron que se acurrucara entre los dos cuando lo convencieron de ver alguna película. Ambos mimaron sus cabellos, brazos, incluso estuvieron tomados los tres de la mano. Gracias a sus atenciones logró centrarse en la película y reír al ser esta una comedia, y al poco tiempo se quedó dormido cerca del cuerpo de Johnny. Jaehyun le dejó completamente a su merced y, hasta que no terminó la película, el americano no se hubo separado del chico que, aún dormido, no dejó de recibir cariños por parte del menor, mientras que Jaehyun miraba de vez en cuando su móvil, esperando con impaciencia algún mensaje de Taeyong, sentado en la otra parte del sofá. Después de eso, Johnny fue a hacer la cena y, pocos minutos después, Jaehyun despertó a su hyung para decirle que ya estaba hecha.

Jaehyun miró su plato al recibir la pregunta de Taeil, como si estuviera arrepintiéndose de lo que fuera a decir. Tenía miedo de la reacción de ambos.

—Era Taeyong.

—¡¿Qué?! —exclamaron los dos al unísono, causando que el estómago de Jaehyun encogiera.

No se atrevió a mirarlos. Sabía que había sido un error, había sido entrometerse en la vida de más ni menos, ¡un paciente! Sólo en las películas ocurrían esas cosas.

—¡Cuéntalo todo! ¿Se lo pediste tú? ¿Cómo reaccionó? —de golpe, ambos habían olvidado por completo los platos de la mesa y se inclinaron con sus codos encima de esta.

El menor de los tres los miró con incertidumbre. ¿Por qué parecían emocionados por ello? ¿No creían que lo que había hecho era de locos?

—Ah, bueno... Le dejé una nota. Cuando volví al hospital para avisarle que tenía que irme no estaba en su habitación. Seguramente le estarían haciendo el TAC, por eso le escribí mi teléfono... —mordió su labio sin comprender que sus compañeros se vieran más felices que asustados por su comportamiento—. ¿No creéis que hice mal? —cuestionó intentando hacerles entrar en razón.

—¿Qué? ¡Claro que no! Piensa que tú, al igual que él, sois humanos. —murmuró Johnny mirando de reojo a Taeil seguidamente, asegurándose que seguía igual de sonriente.

—Pero... Debo respetar mi rol como cuidador... ¡Él es mi paciente! —siguió lamentándose, rascando su cabeza frustradamente, sin querer quitarse de la cabeza que lo que hizo no estuvo bien.