Saint Seiya Ω : Los Guerreros de la Sangre.

Prólogo.

Muchos años atrás, cuando Athena y Marte se enfrentaban por el dominio de la tierra el surgimiento de otras entidades malignas tenían lugar. Deidades que una vez gobernaron los territorios americanos y bendecían a los mortales con su bondad, los ayudaban a tener tierras fértiles, riquezas y una sociedad llena de prosperidad.

Pero no todo era hermoso, no todos los dioses eran buenos, a cambio de esta contribución divina ellos exigían a los humanos su extrema devoción debido a que estos habían nacido de su necesidad, para seguir teniendo poder y control sobre todo ellos necesitaban sacrificios.

Fueron conocidos en la historia como los Dioses de la Sangre.

Los mortales para no perder sus bendiciones le ofrecían a los dioses carne y almas humanas, ellos consumían estos regalos que revitalizaban sus cosmos, tenía el mismo efecto que la ambrosía lograba en los dioses olímpicos. Fue una era oscura para las antiguas civilizaciones prehispánicas, la vida de inocentes era tomada, guerras civiles ocurrieron porque varios grupos no estaban de acuerdo con los sacrificios, se les hacía injusto tener que pagar de esa forma tan cruel. Sin embargo revelarse no hizo más que provocar la ira de estos seres inmortales, hicieron que sus ejércitos comenzaran a secuestrar humanos para entregárselos a sus señores, una élite militar con habilidades y poderes especiales que sembraron terror en muchas partes del viejo mundo, algo que preocupó enormemente a Athena.

Al ser la protectora principal de la tierra la diosa de la sabiduría no podía permitir tan injusta masacre, así que sin poder evitarlo ella y sus caballeros se tuvieron que enfrentar a esos antiguos dioses. Una de las batallas más intensas que haya conocido la humanidad, pueblos enteros sufrieron las consecuencias de aquella Guerra Santa, la forma en la que el bando enemigo usaba su cosmos era demasiado fuerte, tan poderosa que mantenía en aprietos hasta a los mismísimos santos dorado.

Era más que evidente que en esta ocasión Athena y sus caballeros no podrían ganar sólos, pidió ayuda al olimpo pero al ser un asunto que involucraba directamente a los humanos estos no quisieron intervenir, para fortuna de la diosa lideres de otras mitologías ayudaron a su causa y fue la única forma en la que ella pudo tener ventaja sobre sus enemigos, la diosa junto con sus aliados crearon un instrumento que iba a ser capaz de encerrar a los dioses enemigos en una prisión tan potente que ni con sus poderes iban a lograr a escapar: La Llave del Orden.

Dando uso de este objeto Athena encerró a los Dioses de la Sangre en una dimensión muy alejada del mundo mortal y mantuvo prisioneros a sus soldados en un largo sueño, los humanos por fin podrían vivir en paz.

Muchos siglos pasaron, la humanidad continuaba evolucionando mientras Athena en sus distintas reencarnaciones se dedicó a protegerla. Pero en el siglo XX mientras Athena se enfrentaba a la amenaza de Marte, los soldados de sus antiguos enemigos despertaron de su letargo retomando esos mismos planes malvados que tuvieron en un inicio.

No obstante, el ejército que tenían había disminuido en gran medida desde la último guerra santa, si querían volverse a entrar a la diosa necesitaban aumentarlo de mentes manipulables que siguieran sin cuestionar sus deseos, así fue como estos soldados tuvieron la idea de reclutar a niños con cosmos fuerte, sabían que a esa edad los humanos eran más fáciles de engañar y corromper.

Poco a poco fueron recolectando a jóvenes con poderes excepcionales, los sometían a terribles y violentos entrenamientos que muy pocos sobrevivían, los que tenían la fortuna de lograrlo se convertían en sus esclavos, pequeñas herramientas que utilizaban para alcanzar sus propósitos secretamente bajo las narices de la actual reencarnación de Athena, Saori Kido.

¿Pero qué pasa si los esclavos que tanto sometiste un día se revelaran? Bajo su arrogancia los guerreros ignoraron lo que inició la guerra pasada: la voluntad humana y sus ansias de libertad.