ROCK NIGHTS AND METAL DREAMS #PHAWARDS

CAPÍTULO VI

Ante todo, saludos!!! Hace tanto tiempo que no vengo por aquí que hay arañas, bolas de paja rodantes y con vida y mil bichos más!! XD Fuera bromas, he estado muy liada con trabajo, temas personales, el trabajo en la revista y otros proyectos, así que, no he podido escribir desde hace mucho. Hace cosa de un mes volví a releer todo lo que había hecho, he cambiado algunas cosas en mis borradores personales que no aparecen por aquí y he re-escrito un nuevo capítulo. Bien, sin más, ¡espero que os guste! Si es que alguien aún me sigue leyendo... XD A los nuevos: Encantada de teneos por aquí!!!
-JessyKiller-

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Beka no dejaba de dar vueltas en su cama. Estaba intranquila y nerviosa, como cada vez que tenía que coger un avión, uno de sus mayores terrores. A pesar de haber viajado más de lo normal en los últimos años, era algo que no conseguía superar.

Por otra parte, su cabeza estaba inundada por los planes que le gustaría poner en marcha a lo largo de la gira: "Podríamos buscar fotos antiguas del grupo, acompañarlas por una entrevista personal y...", dio otra vuelta en la cama: "¿Qué tal si se grababa un vídeo estilo "Home Sweet Home"? Después de todo el grupo tomaba como base bandas de los 80's...", se estaba empezando a sentir frustrada. ¿Qué hora sería? Estaba muerta de sed.

Decidió levantarse a por un vaso de agua, comenzó a beber y miró el reloj de la cocina. ¡No podía ser! ¡Las 5:30! ¡¿Por qué no había sonado el maldito despertador?!

Tiró el vaso dentro del fregadero y comenzó una carrera que no paró hasta llegar al aeropuerto de Vantaa, aproximadamente una hora y media después, tiempo en el que su móvil no había dejado de vibrar, aunque había preferido no mirarlo, ya estaba lo suficiente nerviosa como para aguantar una bronca a aquellas horas de la mañana. Cuando llegó al hall de entrada pudo ver el enorme reloj de la terminal, faltaba media hora para el despegue, por suerte había mandado sus cosas al hotel en el que se hospedarían. Tardó cinco minutos en entregar su documentación y llegar al lugar en donde pudo ver a los miembros del grupo, quienes la miraban boquiabiertos, mientras no dejaba de correr como una loca.

Una voz comenzó a llamar para el embarque: "Segundo aviso para los pasajeros destino...". Tomó un poco de aire y comenzó a repetir una y otra vez: "Perdón, perdón, perdón", mientras se llevaba las manos al pecho en señal de rezo, entrecerraba los ojos y les miraba asustada. Speed la iba a matar.

Cuando por fin se calló y para su sorpresa, comenzó a escuchar las risas del grupo, a quienes miró un poco ofendida, aunque entendía sus risas, en la situación contraria habría hecho lo mismo.

Bueno, podría ser peor. Suspiró y dejó caer la cabeza. Se quedó mirando al suelo, con los ojos desorbitados, no podía creer lo que veía. Sabía que había conseguido vestirse y que su pelo debería estar hecho una pena, porque no se había peinado, podía con aquello, pero no se esperaba que sus zapatillas de andar por casa, las más viejas, de color rosa desgastado y con pelo, le dieran los buenos días, parecían un conejo al que hubiera atropellado en su carrera mañanera. ¡Quería morirse!

- ¡Dios! – exclamó avergonzada.

- Esto... –Apartó un poco las manos del rostro para ver quien le hablaba y vio a Speed – ¡Bonitas zapatillas! –dijo tan bromista como le recordaba.

- 2 euros. En el Kirpputori – informó.

- Me compraré unas a la vuelta –dijo divertido.

- Sí. Y yo –sentenció Baby sin dejar de reírse.

Siguieron riendo y bromeando mientras pasaban la cola y entraban en el avión. Se acercaba la peor parte del viaje: el despegue.