Lágrimas y dolor

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Mi corazón paró de latir, por horas, probablemente.
El tiempo se detuvo y el cielo se iluminó por un espantoso rayo.
Sentí como mis ojos se inundaron en lágrimas y mi corazón se rompió en millones de pedacitos.
Empecé a temblar, más por la decepción que por el frío, sentí como flaquearon mis piernas, Jack me sostuvo, llevé mis manos al pecho, me dolía el corazón con cada arteria y cada vena que tenía dentro de mí.

Alguien me hablaba por el celular, era Mandy.
─ Amiga, no sé ni como decirte esto ─Decía nerviosa y llorando. Estoy en la fiesta de...─prosiguió.
─Del compromiso de Tyler─Dije completando la frase. Me atravesó una espada el corazón cuando lo dije.
─¿Cómo lo sabes?¿Te dijo algo?¿Ya lo sabías?─Preguntó sobresaltada.
─No, no sabía nada. Oh Mandy, estoy afuera del edificio de la empresa, escuché todo─Dije rompiendo a llorar.
─No te muevas, voy para allá.

Quería salir corriendo de aquel lugar, era como si me estuvieran sacando el corazón, mi mundo se desplomaba, todos mis buenos sentimientos se hicieron añicos.
Mandy llegó y me abrazó, lloré en su hombro, si hubiesen recogido mis lágrimas, creo que podrían hacer un estanque o una piscina con ellas.

Jack me miraba con pena, me separé de Mandy.
─¿Porqué?¿Porqué a mí?─ le decía mientras le agarraba el saco negro que llevaba puesto.
Él solo me miraba y negaba con la cabeza.
─¿PORQUÉ?─le grité, no pude contenerme.
Mandy me tomó del brazo y me llevó caminando hasta el auto de su mamá.
─Nena vamos a casa ─decía mientras abría la puerta.

Salí corriendo, parecía una loca, pero la verdad es que lo estaba, nunca habían jugado de esa manera tan cobarde conmigo.
El agua caía en mi cara y se confundía con mis lágrimas, caían los rayos iluminando el cielo y luego los truenos irrumpían con su estrepitoso sonido, pero nada me detenía.

Mandy llegó en el auto, justo cuando iba a doblar en la esquina.
Se bajó y me tomó del brazo, halándome hacia el auto. Esta vez no puse resistencia y entré.
─Anne, estás muy mal─Dijo Mandy mirándome de reojo mientras conducía.
─¿Cómo voy a estar bien? Tyler es un mentiroso, no puedo creerlo.
─No quiero decir que te lo dije, pero yo te lo advertí amiga.
─Si lo sé, pero era tan lindo lo que vivíamos que no pensé que jugaría de la manera más cruel conmigo.
─Es un tonto y un cobarde, no sabe lo que se pierde, además esa tipa es una engreída, a los empleados y a sus familiares nos miraba mal, son tal para cual.
─Mandy, llévame a casa, quiero dormir─le pedí.

Llegamos a mi apartamento, Mandy me llevaba tomada del brazo.
Me puse ropa seca, mientras Mandy llamaba a su mamá para decirle que se quedaría conmigo esa noche.
Le presté una pijama a Mandy, ella dormiría en mi cama y yo en el mueble, que por cierto era muy acolchonado.
Ese mismo mueble, donde había dormido en el pecho de Tyler viendo una película.

Todos los recuerdos vinieron a mí, su primera mirada, sus ojos que me derretían, su sonrisa que me hacía sonrojar, su olor tan fresco que reconocía a metros.
Pero lo más lindo y más doloroso, todos nuestros momentos de novios, desde aquella noche en la Torre Eiffel, hasta la cena rómantica en el mismo lugar.
Sus notas que me había escrito con un supuesto amor, sus palabras, sus gestos y detalles.

Parecía tan real todos y cada unos de sus besos y abrazos, Tyler era un muy buen actor, todo parecía muy real.
¿Porqué me estaba haciendo esto a mí?
Solo había jugado de la forma más cruel y cobarde con mi corazón y el colmo era que le había pedido  que no me hiciera sufrir y tuvo el descaro de prometerlo.

Y ahora estaba rota y devastada por dentro, con el corazón en la mano y con las lágrimas inundando mis ojos. Todo por creer que alguien podía enamorarse de mí, de la fea, de la nerd.

Había caído en la red de Tyler y había sido una más en su trampa, debí imaginarlo, solo quería jugar conmigo, todos me lo advirtieron pero yo estaba ciega, enamorada de un príncipe azul.

Mientras duró fue mágicamente hermoso, no había palabras para describir lo lindo que  había sentido junto a él, pero de la misma manera el dolor se apoderaba de mí con la misma fuerza.

Jamás pensé sufrir de este modo, le había entregado a Tyler mi corazón entero con todas y sus palpitaciones y él, lo había roto, como quien quiebra un vidrio, sin la más mínima lástima.
Había conocido el amor pero también el sufrimiento, había tocado el cielo con las manos y luego había caído desde lo mas alto, lastimando cada parte de mi alma.

Mi primer amor, mi primera desilución, mi primer beso, mi primera decepción.
Todo gracias a tí, Tyler.

Un tropiezo de amor 》Libro #1 Bilogía Amor en París《Donde viven las historias. Descúbrelo ahora