DESTINADOS || yoonmin

Capítulo 13

Ya todo estaba prácticamente listo, si les iba bien ese día sería el último en el que ensayaban y el siguiente podrían descansar, así, presentarían su coreografía a la perfección y sin dolor muscular.

Pero, sólo algo lo impedía, y era la inseguridad de Jimin. Taemin intentó cambiar su pensar para que confiara más en su talento, pero el omega era alguien difícil de convencer, más cuando se trataba del baile. Si bien el arte de bailar era la pasión de Jimin, éste jamás dejaría de encontrarle defecto alguno a sus movimientos.

– Por favor, Hyung, sólo un rato, prometo que sólo será una hora y después descansamos – Suplicó Jimin, recostado en el piso de la sala de su apartamento, con los músculos ya cansados y calientes de esfuerzo.

– Jiminnie, la coreografía es perfecta y te mueves de maravilla. No es necesario ensayar mañana, además, estaré ocupado – Dijo Taemin un poco molesto con la situación.

– Podemos hacerlo antes de tu compromiso.

– Estaré cansado.

– Hyung – Hizo un puchero.

– Eissh, no lo hagas, por favor.

– Hyung~ – Infló las mejillas y frunció más sus labios.

– Bien, será saliendo de la escuela y en el salón de artes de la universidad.

– Pe-

– Sin peros, jovencito.

– ¿Sabes que te quiero?

– Me largo.

– Nos vemos mañana.

Taemin se fue y él siguió recostado en el frío suelo. Podía ensayar sin el mayor, claro, pero necesitaba su compañía, quería estar seguro de que ningún paso se le olvidaría. Y, cuando Taemin le dijera que era suficiente —aunque ya se lo había dicho muchas veces— estaría satisfecho y lo dejaría ir, por supuesto, se quedaría a seguir practicando.

Ensayar una coreografía de dos no era sencillo, ambos tenían que coordinar los movimientos y hacerlo solo se le complicaría, por eso también quería la presencia del alfa. Además, sonaba patético, pero ensayaría solo los movimientos más fáciles. Todo lo hacía enloquecer, se contradecía él mismo y aquello le cabreaba, pero aún así ya tenía su plan. O, quizá, sólo quería molestar a Taemin.

Escuchó una puerta abrirse y los pasos de alguien acercándose a él, era Yoongi.

– Has hecho un gran trabajo – Se acuclilló y llevó su mano derecha al cabello del omega, acariciando el mismo con mucho cariño.

– No, no es suficiente – Suspiró.

– ¿Estarás libre mañana? 

– No.

– ¿Volverás a ensayar?

– Sí. Será en la escuela.

– ¿No estás cansado?

– Eso no sirve de nada.

– No te exijas.

– Nunca me perdonaré si por mi culpa Taemin-Hyung obtiene una baja calificación.

– Pero eres perfecto, genial, maravilloso. Si yo lo intentara de seguro terminaría sin cadera – Dijo Yoongi e hizo reír al menor.

– Aun así, necesito esforzarme para ser mejor.

– Eres el mejor.

– Taemin-Hyung es el mejor.

– Piensas mucho en él, ¿no? – Interrogó serio, aunque sabía que el castaño no había intentado nada durante sus días de ensayo y que al parecer le había quedado muy en claro que Jimin era suyo, no dejaba pasar desapercibido el hecho de que Jimin pensaba mucho en él.