Volvimos a la fiesta y esta vez entré agarrada a la mano de Carlos. Por un momento intenté encontrar a Liam, pero por desgracia, no le vi por ninguna parte.
-¿Podrías avisarme si ves a Liam?-dije y Carlos me miró.
-¿Por qué debería hacerlo?-dijo él.
-Porque ni siquiera tengo su número de teléfono y créeme, me encantaría tenerlo.
-¿Te encantaría?
-Fue un chico genial conmigo. Tan solo quiero mantenerme en contacto con el.
Me acerqué a la mesa donde estaban todas las bebidas (la mayoría alcoholicas) y me senté en una de las sillas que había por el alrededor.
Carlos se sentó justo frente a mí y me miró. La mayoría de las personas que habían allí estaban bailando, bebiendo sin parar o incluso comiéndose a besos. Eso es exactamente lo que no me gusta de la fiesta. Los alcohólicos y las parejas necesitadas.-¿No te sientes incómodo?-dije de repente.
-¿Por qué debería sentirme así?-dijo Carlos con esa sonrisa tan increíble.
-No sé... Mira a tu alrededor. ¿Te gusta lo que ves?
-No entiendo a qué te refieres.
-Me refiero a que esto parece una granja llena de cerdos.-dije y en mi mente me reí de mi comentario.
Carlos se echó a reír a carcajadas, no podía parar. Debí haber pensado antes que él tiene veinte años y está no es precisamente su primera fiesta, en cambio, yo pocas veces he salido por ahí en busca de botellas de alcohol y bailar toda la noche.
-Princesa, las fiestas son así.
De repente, un borracho se tropezó y casi se cae encima de mi. Se quedó mirándome sin decir ni una sola palabra y luego, sin motivo alguno, se rió.
-Hola, me llamo Alex.-dijo el chico apestando a alcohol.
-Un gusto conocerte.-dije mirando a Carlos con miedo, esperando que me sacara de aquí y él se comenzó a reír.
-Eres muy guapa.-dijo Alex y Carlos seguía con sus carcajadas.
-Gracias. Supongo.-dije con los codos sobre la mesa, tapándome la cara con mis manos.
-¿Tienes alcohol?-dijo Alex. Miré a Carlos mientras rodaba mis ojos y él sonrió.
-No te llamaría tonto, pero ahora que estás borracho y mañana no vas a recordar nada, puedo hacerlo. ¿No ves que hay una mesa llena de bebidas alcohólicas justo a mi lado, gilipollas?-dije sin paciencia y Carlos se volvió a reír.
-Gracias, preciosa.-dijo Alex y se acercó a la mesa, alejándose un poquito más de nosotros.
Miré a Carlos con todo el odio del mundo y él intentó no reírse. Le pegué una patada bajo la mesa y él se quejó...
-¡Ah!-dijo en voz baja quejándose.
-¿Sabes, cariño? Eres mi héroe.-dije con ironía, aún mirándole mal.
-Princesa, no sabía como ayudarte.-dijo el riendose.
-Podías haber hecho lo mismo que hiciste cuando hablaba con Liam, solo que ahora, con razón.-dije.
-Lo siento.-dijo mirándome como si fuera un bebé. Joder, esto nunca lo había hecho. Estaba muriendo de ternura.
-No pasa nada.-dije admirando su cara como una estupida.
Carlos sonrío y, seguidamente, se quedó mirando tras de mí fijamente. Comencé a chasquear mis dedos delante de su cara para ver si volvía a mirarme, pero...
-¡Hey! ¿Puedo saber que miras?-dije girándome y sin ver nada extraño.
-¿Recuerdas a Laura?-dijo de repente, sin dejar de mirar a ese punto fijo donde miraba.
-¿Laura? ¿Qué Laura...-dije y recordé quién era.-¿Esa Laura con la que te besaste y que me hizo la vida imposible? Si, creo que la recuerdo.-dije con ironía.
-Pues ha venido.
-¿Qué?
-Esta aquí.-dijo girándome y mi vista se fijó solo en ella.
Me quedé parada, sin hacer ni decir nada. No podía dejar de pensar que hacía ella aquí, si trataba de volver a arruinarme la vida o si había vuelto dispuesta a robarme a Carlos una vez más.
Me giré y cogí las manos de Carlos. Las puse lentamente en mi cintura y bajé la mirada. Puse mis manos alrededor de su cuello y comencé a acariciar su pelo.-No se cuando llegó aquí y tampoco porqué razón, pero por favor... No me sueltes.-dije mirando a Carlos.-No quiero perderte de nuevo.
Carlos sonrío y seguidamente, sin aviso alguno, me besó.
Agarró mi cintura con más fuerza y me atrajo hacia el. Nuestros cuerpos quedaron unidos y realmente cerca. Puse mis manos en su cara y comencé a acariciarlo.-No te soltaré, ¿entendido?-dijo rozando nuestros labios.
Asentí con los ojos cerrados, aún con sus labios junto a los míos. Carlos cogió mi mano con fuerza y me transmitió toda la seguridad que necesitaba en ese momento.
Miré a Laura de nuevo y esta vez la vi hablando con Paula. ¿De qué se conocían? Era la pregunta que rondaba en mi cabeza ese momento.-¿Crees que será buena idea que me acerqué y le pregunte a Paula?-dije mirando a Carlos.
-No, será mejor que nos vayamos y pensemos la forma de averiguar qué hace ella aquí.
-¿Estás seguro?
-Completamente.
Me sujeté de su brazo y salimos fuera.
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!Eres una niña pequeña!- Tercera temporada "¿Tu eres mi niñero?"
RomanceLas cosas han cambiado y ella lo sabe. Nada volveria a ser lo que fue y, habia que aceptarlo. Despues de tantas lagrimas, enfados y celos... Ella consiguio dejarlo pasar. Pero... ¿Habra conseguido olvidarlo del todo? #908 en Juvenil.??