Mi ilusión rosa

59 | Romance azucarado

—¿Puedo colorear tu tristeza?

—Llénala de color.

Su pregunta, mi respuesta, así comienza un nuevo día.

—¿Te sientes mejor?

Es lógico que Will quiera saber cómo me siento, pasé toda la madrugada llorando por lo sucedido ayer en casa de Zach.

—Más tranquilo, se podría decir —le respondo, al mirar por la ventana.

—Perfecto, entonces es hora de desayunar.

—¿Y qué preparaste? —inquiero.

—Sabes bebé, no acostumbro hacer esto… pero aquí va, sólo observa.

Will formula un hechizo.

“Con magia este día iniciaré, un desayuno completo, junto a mi amado compartiré”

Dos charolas de plata, repletas con comida aparecen sobre la cama.

Mi novio me sorprende con un desayuno típico de Neriánt, que por supuesto incluye pasteles épicé, algunas galletas saladas, tres tipos de uvas y no puede faltar el jugo de toronja.

—Will, eres un experto en hacerme sentir mejor.

—Especialmente para ti, para nosotros.

—Ven aquí cariño, vamos a desayunar  —lo beso, seguidamente pongo un pastel épicé entre sus dientes.

—Delicioso —habla con la boca llena.

—Me encanta —digo comiendo uno también.

—Es mi turno bebé —lleva un racimo de uvas verdes cerca de mi boca, arranco  dos de un mordisco.

Y así compartimos un desayuno, tomados de la mano y disfrutando de cada sabor, sea dulce o salado.

—¿Ya despertó Aidah? —le pregunto tras haber acabado mi jugo.

—Sí, de hecho ella salió antes de que despertaras.

—¿Cómo? ¿A dónde fue?

—Dijo que tendría un picnic con Carter.

—Vaya, ya ni siquiera me pide permiso para salir, si algo malo le sucede qué le diré a papá y a mamá.

—Ahora que lo mencionas, tus padres llamaron hace un rato, volverán de Marylane mañana temprano.

—¿Mañana? —levanto ambas cejas.

—Sí, mañana.

—Y bien, ¿Qué haremos hoy? —pregunto.

—Vamos a ducharnos.

—¿Juntos? —me le insinúo con una mirada seductora.

—Juntos —lo dice en un susurro, y se toca la entrepierna.