✈ Light

1.8K 137 48
                                    

Cuando abrí los ojos me encontré a un Zach ya despierto y sonriente, iluminado por la luz que entraba a raudales por la ventana.

—Mierda, mi madre me va a matar. Buenos días, mi madre me va a matar, ayer no la llamé. Se va a pensar que hicimos cosas que no hicimos. Oh, mierda.

Cogí el móvil y la llamé. Hablé antes de que tuviera tiempo ni de decirme "hola".

—Lo siento, lo siento, nos quedamos dormidos súper pronto y no te llamé por eso, lo siento. No hicimos nada raro, sólo le hice un tour por Bilbao y como estaba agotado del viaje nos fuimos a dormir.

—Me tenías preocupada, creía que os había pasado algo.

—Lo siento, lo siento. No volverá a pasar.

—Eso espero.

Suspiré de alivio al colgar.

No está enfadada.

—Eres adorable durmiendome dio un beso en la frente que hizo que se me derritiera el corazón.

Qué he hecho yo para merecertele di un beso en los labios que por supuesto me devolvió.

Te quiero.

—Y yo a ti.

Le abracé con fuerza.

Nos quedamos un rato abrazados en la cama, siendo una pareja normal, él tumbado boca arriba y yo tumbada sobre él con la cabeza en su pecho.

Hasta que empezó a acariciarme la espalda. Al principio era agradable, pero puesto que bajaba la mano cada vez más empezaba a sentir un cosquilleo.

Zach...

—Me encanta cuando dices mi nombre.

Me agarró de la cintura y me incorporó, sentándome sobre él. Me incliné para besarle, apoyando las manos en su pecho.

Quiero que quede claro que nunca jamás había hecho nada remotamente parecido a esto. No sabía si lo que estaba haciendo estaba bien, mal, ni siquiera sabía si estaba haciendo algo relevante.

Nos separamos y lo miré a los ojos, sonriendo.

Te quiero muchodije.

Me sonrió, me cogió la cara entre sus manos y me volvió a besar. Esta vez llevé mis manos a su pelo y las enredé allí, haciendo que dejara escapar un pequeño suspiro. Me envalentoné, y bajé las manos por su cuello y sus hombros, seguí por su pecho y llegué hasta el borde de su camiseta, donde empecé a juguetear con ella.

Vaya, y decías que no sabías de esto...

Decia que no lo había hecho nunca. Pero he leído cosas.

Levantó una ceja, y separándose un poco se quitó la camiseta.

Me quedé un momento mirándole. No tenía los abdominales marcados ni nada por el estilo, pero aún así era perfecto.

Me cogió las manos con cuidado y, tras darme un pequeño beso en ellas, las levantó. Entendí la señal. Me retorcí un poco para que pudiera sacarme la camiseta que llevaba puesta.

De pronto me entró un ataque de timidez y traté de taparme, notando como el calor subía a mi cara a toda velocidad.

Él no dijo nada. Se limitó a mirarme a los ojos, como preguntándome si estaba bien. Me devolvió la confianza y bajé las manos.

Se incorporó para apoyarse en el cabecero de la cama. Cuando volvió a quedarse quieto me acerqué aún más a él, pues sin camiseta tenía un poco de frío. Me besó, con más intensidad que las otras veces, agarrándome de la cadera, desatándome la coleta con la otra mano.

Lentamente, la temperatura empezó a subir. Zach dirigió sus labios hacia mi mandíbula, donde dejó un camino de besos hasta mi cuello, donde dejó un chupetón que seguro tendría que tapar a la mañana siguiente. Dejé escapar un pequeño gemido.

Paró en seco.

Ane, si no estás segura de esto yo... No quiero hacerte sentir incómoda ni nada por el estilo.

Calla. Si no estuviera segura hubiera escapado hace mucho rato disculpándome por todo.

Dejé escapar una pequeña risa antes de que Zach llevara las manos a mi espalda y desatara el cierre de mi sujetador.

DM // Zach HerronDonde viven las historias. Descúbrelo ahora