004 : PROPOSICIÓN

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Cinco meses después se podría decir que estábamos saliendo. Nunca se lo pedí, y ella a mí tampoco. Pero los dos estábamos bien juntos y sentíamos que no necesitábamos pedírnoslo como en las películas. Queríamos vivir la realidad.

A decir verdad, no sabía mucho de ella y ella tampoco de mí. Solo sabía que era de Venecia de toda la vida, yo le había contado lo de Marina y el porque estaba aquí y no mucho más. Pero teníamos una conexión y una confianza mutua increíble.

Una noche me invitó a su casa a cenar, realmente cocinaba muy bien, no era la primera vez que lo hacía. Y tenía mucha intriga de saber como aprendió a hacerlo tan bien, así que se lo pregunté, pero por nada del mundo me esperaba esa respuesta, y mucho menos lo que me propuso después.

"Sé que nunca te lo comenté, sinceramente quería encontrar el momento justo, y ahora que lo has preguntado, creo que lo es. Tengo un restaurante y soy la cocinera, sí, pensarás que es una gran coincidencia, pero supongo que el destino nos lo puso así. Tenía intención de decírtelo lo antes posible, pero cuando me contaste lo de Marina, no sabía como hacerlo. Sé que tú quieres tu propio restaurante, y lo entiendo. Pero estuve haciendo papeleo y preparándolo todo para cuando llegara el momento y quiero proponértelo, creo que es lo correcto, así que... ¿Quieres trabajar en mi restaurante? También sé que es muy directo, pero claramente es lo que quieres, y así puedes terminar de ahorrar lo que necesitas y crear el tuyo propio. No tienes porque responderme ahora mi vida, puedes hacerlo cuando creas que estés preparado."

Eso me dejó de piedra. De veras que no me lo esperaba. Al escuchar la pregunta la vista se me nubló, podría cumplir su sueño, Marina estaría orgullosa de mí. Y Hannah me estaba dando la oportunidad de mi vida. La abracé con todas mis fuerzas y la besé como nunca. Esto era mucho para mí, pero justo lo que necesitaba, un milagro y es lo que ella era.

Después de la gran proposición, empezamos a cenar. Me había preparado una sopa de estrellas para el primer plato. Cuando vi la sopa me vino un flash de la noche en la que mi pequeña hermana murió... Aquella noche estrellada dónde brillaban como nunca pero mi tristeza era mayor. Mi cara se entristeció de golpe y Hannah lo notó, yo sabía que lo había notado, pero tampoco podía evitarlo. Ella no dijo nada, esperó a que me recompusiera por dentro y a que le diera una cucharada a la sopa para así empezar ella.

No sé si realmente me merecía a esta chica, pero de corazón lo digo cuando pienso que el cielo me la ha enviado para no recaer y seguir viviendo.

Al terminar, aproveché y me quedé a dormir, después del bajón ella prefirió que me quedara por si volvía. No se lo discutí, con ella me sentía como si pudiera olvidar todo lo malo y vivir el presente al máximo.

¿Te he dicho nunca que te quiero?Where stories live. Discover now