23. Cada día te quiero más.

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-Capítulo veintitrés-.

-Alison.

∞∞∞

Han pasado cinco días de los cuales no he querido salir de mi casa, ni siquiera he asistido a la preparatoria, mamá me dijo que debía intentar interactuar más porque al estar sola lo que iba a ganarme era una tristeza extrema. Lyan estuvo intentando comunicarse conmigo los cuatro días siguientes al día que peleamos, supongo que ya se cansó de mí. Aún no puedo perdonarlo, es algo que se me escapa de las manos. Tyrone sigue con las ganas de querer romperle la cara pero gracias a mí no lo ha hecho porque tampoco es que haya dejado de quererlo de un día para otro, no. Lo sigo queriendo, lo adoro pero soy de ese tipo de personas que así sienta cosas por ti si tengo que alejarme lo hago. Mathias crece cada día más y ya dice cosas bastante claras.

Mi vida volvió a dar un giro de 180 grados y esta vez para peor. ¿Por qué todo tiene que ser así? ¿por qué no puedo ser feliz? Pero aquí estoy vida, intentando vivirte.

Extraño tanto a Lyan, me acostumbré tanto a él; nuestras conversaciones, las llamadas nocturnas que solíamos hacernos, sus manos entrelazadas con las mías, su sonrisa, su mirada, sus apodos que muchas veces me sacaban de quisio, incluso me acostumbré a estar con él en la cocina (no he vuelto a ir para la pastelería). Me quedo en casa con Mathias, mamá se va a trabajar; Mathi es el que me ha sacado sonrisas con sus juegos y risas. Cony ha estado yendo más seguido a la casa de Anaid y lo entiendo porque en el vientre de mi cuñada está su hijo(a) aún no sabemos el sexo de mi sobrino(a).

Estoy consiente de que mi vida cambió mucho, pero así como aprendí a quererlo también voy a aprender a olvidar de eso estoy segura.

Agarro mi celular y me coloco a ver una serie que comencé a ver hace cuatro días, también suelo despejar mi mente viéndola porque es entretenida. Con mamá las cosas están como siempre, no es de esas personas que viven hablandole de su ex y cosas así, por más que ella le tenga un cariño inmenso a Lyan. Lo más seguro es que mamá haya tenido una extensa conversación con él, muchas veces me he preguntado cómo seguirá Lena y Laura; esas pequeñas son hermosas pero gracias a que la tristeza me ha consumido no he salido de mi casa. Con respecto al niño que compartía la habitación con Laura, lo dieron de alta hace varios días, ella me lo dijo sólo que no lo había mencionado. He estado comiendo mucho, creo que debo pesar cinco kilos más.

Me encuentro en la cocina de mi casa preparando leche para el cereal.

Querido futuro esposo quería recordarte que ojalá sepas comer hielo y cereal porque es lo único que sé cocinar ¡Fin! Okey no.

Mathias está sentado en su silla cerca de la mesa esperando su cereal, su cara es tan linda y trasmite un aura de alegría que hasta a mí se me pega. Muchas veces me gustaría volver a ser niña, volver a jugar con papá; vivir sin preocupaciones ni todas estas cosas amorosas... ¿Por qué tiene que pasarme esto a mí? -Suspiro-.

-Papá, te extraño tanto... -Sin querer lo digo en voz alta y dos lágrimas corren por mis ojos las cuales limpio rápidamente.

Tomo el cereal, lo coloco en la tasa junto a la leche y luego lo divido para darle a Mathias el cual se pone muy feliz. Le gusta mucho el cereal y eso es bueno pero tiene una extraña obsesión con las galletas (a mí también me gustan demasiado). En fin... Luego de comer mi cereal y supervisar a mi niño comiéndose el suyo decido buscarle una ropa para bañarlo de manera que cuando mamá llegue lo encuentre limpio como todo un niño bueno.

Bañar a Mathias es sinceramente un caos, se mueve demasiado, camina en la regadera de forma tal que tengo que estar muy al pendiente porque puede resbalarse, caer y darse un mal golpe como cuando se cayó de mi cama. Eso no lo voy a superar jamás, por cierto, luego de todos los cuidados de mamá; Mathi se recuperó muy rápido.

Visiblemente invisible. [COMPLETA]Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt