The Rests Of Her Soul ~Connor Kenway X Oc~

Capítulo 19

The Rests Of Her Soul

Capítulo 19

Connor's POV

¿Qué le pasaba a Nayeli? Sentía como que había cambiado desde que salió del baño. Se le notaba como nerviosa y con miedo. La cuestión es, ¿por qué?

Mi cabeza esa mañana era un constante hervidero de preguntas, y me pasó factura en mi "trabajo" ya que me detectaron más veces de las que pude contar. Afortunadamente conseguí que me perdieran de vista en todas las ocasiones.

La cosa fue a peor cuando llegué a la Hacienda. Nayeli seguía igual de extraña, pero lo peor era que lo negaba. ¿Qué le pasaba a mi pequeñaja? Cuando fui a llamar a Aquiles tomé la decisión de dejarlo pasar y dejar que Nayeli me lo contara sola, no la iba a presionar. Si tenía algo que decirme, que me lo dijera por ella misma. Yo no la iba a obligar.

La atmósfera mientras comíamos estaba tensa, nadie decía nada porque nadie se atrevía a romper el silencio sepulcral que llenaba la sala. Una vez que terminamos de comer Nayeli y yo recogimos todo en completo silencio.

-Me voy, ¿vale?-Dije con un suspiro cogiendo a mi princesa por la cintura.

-Ten cuidado.-Respondió abrazándome fuertemente, era como si quisiera decirme algo y no se atreviera.

Besé su frente y salí de la Hacienda rumbo al corazón de Boston de nuevo. Lo sé, quizá sonaba repetitiva mi vida pero... Era lo que había.

Por el camino no podía quitarme de la cabeza la conducta de Nayeli. Lo sé, dije que lo dejaría pasar pero... Simplemente no podía, me tenía muy muy preocupado que ella estuviera así. Después de todo, si ella estaba mal, yo estaba mal; si ella lloraba, yo lloraba. Simplemente, lo que a ella le ocurría, me ocurría a mí también. Supuse que era lo que tenía una relación.

Los días pasaron, Nayeli seguía estando igual o incluso más rara que aquel día, y yo ya me estaba cansando de su actitud. No quería decirle nada, pero ya estaba en un punto en el que no podía más.

-Nayeli...-Comencé a decir mientras me giraba hacia ella en la cama.

No hubo respuesta ya que mi pequeñaja se había quedado dormida. El sueño siempre tan oportuno. Me di la vuelta en la cama molesto y enfadado. Esta situación tenía que acabarse.

A la mañana siguiente desperté sobresaltado por la manera en que Nayeli salió de la cama apresuradamente. Me levanté y fui tras ella hasta el baño, donde devolvió la cena de la noche anterior. Le sujeté el pelo mientras estaba inclinada, mirándole con pena.

-Connor, vete, no es necesario que me veas así.-Dijo de manera débil girándose para mirarme.

-No voy a dejarte sola en estas condiciones Nayeli.-Repliqué clavando mi mirada en la suya.

Nayeli agachó la cabeza.

-Connor yo... Hay algo que quiero que sepas.-Dijo cabizbaja, esto me olía muy mal.

-Cielo, vayamos a la cama y me lo dices allí, ¿vale?-Le dije, no iba a entablar una conversación con ella en el suelo del baño.

-Vale.-Respondió.

Seguidamente la cogí en brazos y fui a la habitación, dejándola encima de la cama y acostándome a su lado.

Nada más acostarme me abrazó fuertemente, rompiendo a llorar, ¿qué le pasaba?

-¿Cariño?-Acaricié su pelo para calmarla.-Oye cielo, deja de llorar, ¿qué es lo que me tienes que decir?-Cogí su barbilla para que me mirara, limpiando sus lágrimas y realmente preocupado por la situación.

-Connor... Yo...-Dijo tartamudeando mientras las lágrimas caían más rápidamente de sus ojos-Estoy en cinta...-Ocultó su rostro en mi cuello.

Me quedé en shock tras oír aquellas palabras, los oídos me pitaban y todo por el bloqueo. Nayeli y yo no lo habíamos hecho, estaba esperando a que ella me lo pidiera.

-No... No puede ser...-La aparté de mi cuello y clavé mis ojos en los suyos. No me podía creer que estuviera embarazada del hijo de puta de Adahy, simplemente no podía creer algo así.

-Sí... Llevo tiempo sin que me baje el periodo y... Lo de... Adahy... Oh Dios... Te lo dije, iba a pasar...-Se vino abajo de nuevo.

-Oye, Nayeli.-Cogí su rostro entre mis manos.-Escúchame, tranquila, respira hondo, ya que... Ha sucedido... Debemos pensar fríamente lo que vamos a hacer, tú tranquila por favor.-Intenté serenarla.

-Connor, estoy hecha un lío... Por un lado no quiero tenerlo... Pero por otro sí... Es que... El pequeño no ha tenido la culpa... Oh Dios Connor... ¿Qué debo hacer?-Dijo entre hipidos por el llanto.

En ese momento llegué a entender a Nayeli, y me sentí como ella. A esto me refería cuando decía lo de que sentía lo mismo que ella.

-Vale Nayeli, escúchame, ahora duerme, tienes que descansar, yo mientras iré a hablar con Aquiles, ¿entendido?-Miré seriamente a sus ojos limpiando sus lágrimas en vano.

-¡No! ¡Aquiles no debe enterarse de esto!-Exclamó como histérica.-Está ya muy mayor para este tipo de disgustos.

-Nayeli, tiene derecho a saberlo, además, estoy seguro de que él nos puede aconsejar muy bien.

-Connor, que no...-Comenzó.

-Nayeli, hay que decírselo. Punto.-Corté rápidamente. Nayeli agachó la cabeza.

-De acuerdo.-Susurró acurrucándose mejor en la cama.

Me levanté de la cama de mala gana, enfadado, echando humo y cagándome en los muertos de Adahy. Cerré la puerta del cuarto con fuerza, apoyé la cabeza en ella y suspiré para serenarme un poco antes de ir a hablar con Aquiles.

Finalmente bajé al comedor, Aquiles no estaba allí, así que fui al porche. En ese momento, además de la rabia, la culpa me carcomía por dentro. Me sentía culpable por no proteger a Nayeli desde un principio y provocar que ella se fuera de la Hacienda. Si la hubiera tratado bien... Otro gallo cantaría ahora mismo.

-Aquiles...-Le llamé al salir de la casa.

-Dime Connor, ¿qué sucede?-sonrió.-¿En qué puedo ayudarte hijo?

-Es... Es Nayeli ella...-No sabía como decirlo, Aquiles me miraba expectante.-Ella está... Embarazada.-El viejo me miró estupefacto.-Aquiles, fue Adahy, cuando estábamos cautivos en su sótano la violó para sacarme información de la Orden. Ahora está asustada y no sabe qué hacer.-Suspiré.-Aquiles, necesitamos tu ayuda.-Dije finalmente.

-Bueno, lo primero es saber si queréis o no tener a esa criatura.-Dijo mirándome fijamente.-Barajad los pros y los contras de tener un hijo y decidid.

-Ese es el problema aquí, Aquiles. Por un lado ella no quiere tenerlo por ser fruto de una violación, pero por otro se siente mal de quitarle la vida a alguien tan vulnerable e indefenso como un bebé...-Planteé.-Aquiles, es todo culpa mía... Me siento como una mierda...-Admití bajando la cabeza.