capitulo 3

11 3 0
                                    

Era casi de noche, Andrea se peinaba su cabello castaño oscuro ondulado frente al espejo mientras una sonriente Julieta mandaba mensajes por teléfono.

Valeria al igual que su hermana Lucia y su sobrina Julieta, tenía el cabello negro como la noche mientras que el rey Luis lo tenía rubio como el día, era contrastes muy diferentes, al igual que sus personalidades.

Y como si la genética no se hubiera puesto de acuerdo, el cabello de su hija era una combinación de ellos, es como cuando le echas chocolate a la leche, es resultado es oscuro pero no tanto.

Con Laura, su otra hija, tampoco la genética le quería dar gusto, puesto que su cabello es igual de rojo como el de su madre, un rojo como la sangre.

En lo que si la genética le dio gusto al rey y lo que característica a las hermanas como tales, son sus ojos azules, azules como las profundidades del mar.

-Tal vez deberías cortarlo. Estas haciendo cambios en tu vida, uno físico podría venir bien.

Andrea levanto la mirada y observo a Julieta a través del espejo, quien había dejado su teléfono desde hace un rato y la observaba.

-Ahora necesito verme seria.

Julieta sonrió: -No te estoy diciendo que te rapes la mitad de la cabeza. Solo que seria bueno un corte.

-¿Se me vera bien?

-El corte correcto, sí

-Me acabo de bañar. –Contesto en replica.

-Ni que el agua te valla a hacer daño.

Andrea rodo los ojos y toco su cabello mientras lo pensaba, ¿Por qué no hacerlo? El cabello vuelve a crecer. Dejo el peine en el tocador, suspiro y se dio la vuelta para mirar a Julieta.

-Y supongo que es una suerte que en tu año sabático hayas estudiado belleza.

-Sí, es una suerte. Aparte, realmente no es un año sabático ya que he tomado cursos, y tenido empleos temporales.

Julieta la miro con una mirada ''soy genial'' y Andrea le sonrió con esa sonrisa de cuando molestas a tus amigos

-Tienes razón, realmente no es un año sabático ¡ha sido 3 años!

Ahora Julieta rodo los ojos: -Suenas igual que mis padres. Si quiero dinero, trabajo para pagar mis cuentas. Junto algo de dinero, dejo de trabajar, descanso un tiempo y se necesito más dinero vuelvo a trabajar.

Andrea puso las manos en caderas: -Vas a perder credibilidad si sigues así.

-La credibilidad me la da el buen trabajo que hago. –Replicó la aludida

-Un día de estos al igual que yo, vas a tener que madurar y tomar tu profesión en serio.

-E igual que tú lo hare excelente pero por ahora disfrutare de la vida.

Andrea perdió el número de vez que rodo los ojos en esa conversación, sin embargo decidió que su prima iba a madurar y ser responsable en cuestiones de trabajo cuando llegara el momento, al igual que le paso a ella, solo esperaba que no fuera un trago tan amargo, por lo que sonrió y dijo:

-Ay, Juli ¿Qué voy a hacer contigo?

-Es muy fácil, Ann. Amarme.

Al usar esos apodos que inventaron cuando eran niñas sabían que todo estaba bien, por lo que ambas sonrieron.

-Ann, me estas haciendo perder mi tiempo ¿vas a querer hacerte ese corte o no?

La aludida se miro en el espejo. Cambio total, pensó y tomo una foto mental del antes. Volteo hacia Juli y dijo seria:

La Princesa Y El SapoWhere stories live. Discover now