10 lugares diferentes en los que Louis y Harry se conocieron.

Discoteca.

Harry no se sentía bien. Había tomado demasiado y antes de llegar a la discoteca no había cenado. Su estómago estaba haciendo unos extraños sonidos y la música a todo volumen no ayudaba con su jaqueca. Niall había desaparecido por alguna parte, aparentemente una chica rubia y delgada había coqueteado con él y no se podía perder la oportunidad de un buen revolcón.

Harry suspiró y caminó hacía los baños, sosteniendo su cuerpo con las paredes ya que si daba un paso en falso caería al suelo. Abrió la puerta y fue hasta el lavamanos. Abrió el grifo de agua y mojó su rostro, intentando dispersar el dolor que sentía. 

"¿Estás bien?" escuchó una fina voz decir. Harry levantó la vista y la clavó en el espejo, encontrándose con una vista más que agradable.

Era un chico de baja estatura, con cabello peinado al costado y castaño oscuro. Su nariz era pequeña y en punta. Sus ojos eran de un asombroso azul y sus labios eran rosados y finos. Harry no sabía su nombre pero necesitaba sentir esos labios sobres los suyos.

"Sí, gracias." Harry quiso que lo tragara la tierra, sentía un leve rubor expandiéndose por sus mejillas.

"En serio, ¿te sientes bien?" el chico se acercó a él y colocó su mano en el hombro del rizado.

"Un poco mareado, es todo. Bebí demasiado con el estómago vacío." el muchacho sonrió y Harry podía jurar que estaba enamorado.

"Ya veo. ¿Quieres una pastilla? Debo tener una." no esperó respuesta y le dio una. Harry sonrió y la tragó en seco. "Tienes una linda sonrisa." Harry se atragantó con su propia saliva. "¿Cómo te llamas?"

"Ha-Harry."

"Bien, Harry, yo soy Louis y es un gusto conocerte." 

Harry no podía explicar lo que estaba sucediendo. Louis lo acababa de conocer y ya dos veces lo había halagado. Y Harry... Harry sentía mariposas en el estómago, opacando el dolor que sentía unos minutos atrás.

"Igualmente."

"¿Quieres salir de aquí? Te ves pálido. Te puedo llevar a tu casa, mi auto está aquí afuera." Harry asintió.

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"Llegamos."

Harry suspiró y se quedó en silencio. No sabía que decir ya que esto no era algo que había planeado y se sentía extraño. Siempre que terminaba en el auto de un desconocido era para follar y nada más. Pero Louis demostraba que no era lo que quería.

 "Gracias." dijo y en su cabeza también dijo al diablo y se acercó a él y lo besó. Era ahora o nunca,  no iba dejar ir a este dios griego sin antes haber sentido sus labios.

Para su asombro, Louis le devolvió el beso con dulzura y colocó sus brazos alrededor de su cuello. Cuando se separaron, dejaron sus frentes tocándose y se observaron.

"Entonces..."

"Entonces."

Tampoco tenía planeado darle su número de teléfono y planear su primera cita. Y lo que menos tenía planeado era, siete meses después, mudarse a su nuevo departamento con su novio Louis, quien siempre cuidaba de él cuando se sentía mal y quien siempre lo acompañaba a la discoteca.