Capítulo 46: Estaré ahí hasta que lo logres

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Lunes en la mañana.

Me levanté y tomé una larga ducha para distenderme, sequé mi cabello y lo planché, luego desperté a Amber que, como siempre, me tomó como 20 minutos.

Tomé mi bolso, guardé mis apuntes de literatura y baje las escaleras.

Como todas las mañanas, Justin leía el periódico con su taza de café favorita, viendose impresionante en su traje negro y corbata azul oscura.

-Buenos días-saludé evitando mirar cuan guapo se veía.

-Buenos días-murmuró él sin sacar los ojos de su lectura.

Serví una taza de café y me apoyé en la mesada de la cocina.

¿Mencione que lo odio? Aún así cuando Justin esta presente, suelo tomar cafe para aparentar una inexistente madurez.

Si, ya se, una estupidez. Pero era muy tarde para admitir que no me gustaba.

Lo tomé de tres tragos, evitando sentir demasiado su sabor y puse la taza en el fregadero. Amber apareció con su habitual cara de dormida y tomó un vaso para servir leche.

-Voy a lavarme los dientes-mencioné y luego de hacerlo alisté lo que me faltaba-¿estas lista?-pregunté viendo a Amber cuando volví a la cocina.

-Si, vamos

Me coloqué mi chaqueta negra y tomé mi bolso.

-¿Quieren que las lleve?-preguntó Justin, llegando al living-comedor.

-Hmm, no lo sé-me encogí de hombros y miré a Amber.

-¿No tienes que trabajar?-preguntó mi amiga.

-Tengo una reunion con el Gerente de Nokia en...-miro su reloj de mano-una hora y media, así que tengo tiempo

-Oh, bueno, entonces creo que sí-dijo Amber

Los tres salimos de la casa y subimos al auto de Justin, como siempre, Amber dijo que queria 'descansar los ojos' asi que me pidió que  me quedara adelante.

Justin puso el motor en marcha y comenzó a conducir en silencio.

-Hmm, ¿puedo preguntarte algo?-murmuré al oír a Amber roncar.

-Si-dijo él observándome extrañado por un instante, como si no esperara que le dirigiera la palabra.

-¿Cómo es que tienes una reunión? Nunca he visto que fueras a trabajar a alguna oficina, ni que ningún tipo de traje entrara a tu casa-me sonrojé, porque sabía que estaba siendo extremadamente entrometida, pero quería saber más sobre su trabajo, y no consideré que eso fuera en contra de nuestro acuerdo.

Él sonrió relajado, mirando al frente.

-Pues, ya que no estoy en Francia, la mayoría son reuniones...virtuales, por así decirle. Me conecto por videollamada con mis clientes cuando de verdad necesitan hablar con el gerente y cuando no es tan importante, se encarga mi subgerente en París o mis asistentes-finalizó encogiéndose de hombros.

Por un segundo lo imaginé caminando con ese andar tan elegante y ágil, con uno de sus trajes negros por una enorme fila de oficinas, con asistentes trabajando para él y llamándolo "Señor Bieber".

Descarté la imagen de mi cabeza al instante al notar que era un pensamiento que extrañamente me encendía.

Pensé en sus palabras nuevamente y lo imaginé siendo el jefe, todo profesional y con su semblante serio. De seguro esa mirada condenadamente severa y fría que tenía a veces era producto de su trabajo.

-Oh-fue todo lo que dije, intentando una vez más suprimir la idea de Justin siendo el jefe.

Su personalidad, de a momentos, parecía haber sido creada para eso.

El resto del camino fue en silencio por parte de los dos, un silencio que no se sintió tan incómodo gracias a la musica que provenía de la radio.

-Bueno-murmuró Justin cuando nos detuvimos frente al instituto-debo irme

Desperté a Amber, ella se despidió de su padre y se bajó del automóvil, tomé mi bolso y susurré 'adiós' para luego tomar la manija de la puerta, pero el brazo de Justin me detuvo, haciendome mirarlo.

Me puse nerviosa, Amber me esperaba en la acera, y aunque no nos estaba mirando, sentía, como cada vez que Justin me tocaba mínimamente, que estábamos haciendo algo malo.

Bueno, los vidrios de su auto eran polarizados, pero aún así.

-¿Si?-susurré, y puedo jurar que estaba pálida.

-Sólo...te deseo suerte, nena-sonrió soltando mi brazo y pinchando mi nube de deseo.

Bueno, eso había sido...decepcionante, muy decepcionante, pero al fin y al cabo lo correcto, y lo que habíamos acordado: nada de cercanías fuera de la relacion padre de mejor amiga-mejor amiga de su hija.

Sonreí de vuelta y le agradecí antes de bajar del auto y unirme a Amber para entrar al instituto.

Bien, era el momento.

Suspiré por vez número veintiuno y observé incómoda, como el profesor Johnson, aún con su rostro ligeramente magullado, repartía los exámenes.

-Son siete temas, uno para cada fila, así que no intenten copiarse de quién está a su lado-advirtió mirándome por un segundo.

Duh, idiota.

Bien merecido tenía ese corte en la ceja.

Me entregó mi examen y entonces el miedo me invadió, por un segundo sentí que todo lo que había estudiado desaparecía de mi cabeza como por arte de magia y que en aquel examen me iría igual de mal que en todos los anteriores.

"Lo haremos todas las veces que sea necesario"

"Prometo que estaré ahí hasta que lo logres"

Las palabras de Justin resonaron en mi cabeza llenándome de tranquilidad.

Inhalé y exhalé, tratando de concentrarme en la hoja frente a mí y olvidar todo lo sucedido con Becker.

Tomé un lapiz exhalé suavemente.

-Voy a sacar 10 en esta mierda-susurré y comencé a escribir.

El Padre de Mi Mejor Amiga|Justin Bieber|Editada|Where stories live. Discover now