...Encuentro...

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En la Inglaterra antigua mucho se hablo sobre criaturas mágicas, monstruos terroríficos y millones de supuestos encuentros con estas criaturas.

Todo eso quedó atrás y ahora esas historias no eran más que cuentos para niños.
Pero siempre había uno que otro que aun creía en esas historias.

Un joven pintor, oyó sobre cierto rumor en una de las ciudades más escondidas de Inglaterra, al ser un amante de lo fantástico, su curiosidad lo llevo a esa enorme ciudad.

La ciudad era antigua como si aún se encontrase en el siglo XV, sus enormes carreteras aún eran transitadas por automóviles de la antigüedad, era algo así como un viaje al pasado.

El joven quedó encantado y maravillado por todo lo que veía.-Esto es maravilloso aquí podre encontrar la inspiración para mi- decía entusiasmado mientras observaba más detenidamente, una hermosa ciudad, que curiosamente estaba dividida en dos,  su división estaba en un gran puente de piedra, que conectaba a ambas.

El puente se alzaba sobre un gran lago y más allá un frondoso bosque.
Era todo especialmente intrigante para nuestro pintor apesar de estar ya en el siglo XIX el aura de ese sitio se sentía  de mucha antigüedad.
Quizá eran sus construcciones que mantenían las estructuras antiguas y eso era lo que más llamaba la atención de esa ciudad.

El joven llegó a una casa que había rentado con anticipación a su llegada.
Se dispuso a descansar, pues por la tarde tendría planeado recorrer el otro lado de la ciudad.

Llegada la tarde el pintor recorrió cuidadosamente, otro lado de la ciudad pero todo era exactamente igual. Lo que distinguía a ambas era que en una había una gran biblitoeca y en la otra una catedral.

Después de sus recorridos empezaría su búsqueda, el había escuchado el rumor, que en aquella ciudad sucedía algo extraño todas noches.

Alguien cantaba y recorría las calles, muchos decían que era un joven que se tiro del puente y se ahogó en ese lago, por que su querido amor jamás le correspondió.
Otros decían que ese joven no era un muerto, si no algo más peligroso un ser de oscuridad y que cualquiera que lo viese se volvería loco.
También decían que su canto y su presencia se debía a que de esa manera alejaba el mal de la ciudad por lo que muchos le tenían cierto respeto.

Y así continuaban esas historias, apesar de ser advertido que no se acercará por las noches al puente, el castaño no haría caso alguno a sus advertencias.

Tres noches después de su llegada, al haber recorrido completamente la ciudad, salió en la oscuridad con el brillo de la luna alumbrando cada rincón.

Se decidió recorrer la ciudad en busca quizá de algún encuentro.

Cruzo la ciudad por el puente esperando ansiosamente por algo mágico, pero no vio absolutamente nada.
Recorrió el otro lado de la ciudad, después de andar vagando como alma en pena en plena madrugada, se dispuso a volvér a su hogar.

Para su sorpresa cuando iva acercándose al puente, diviso a alguien sentado mirando hacia el lago. Al acercarse mas se dio cuenta  de que se trataba de un joven de largos cabellos verde limón, algo alborotados.

-Sería el a quien todos ven y temen- se pregunto mientras seguía observandolo al joven, quien  no volteaba al parecer, no se daba cuenta que era observado por el castaño o quizá si pero no le tomaba importancia.

Decidió acercarse.

-Un joven tan apuesto no debería andar sólo ah estas horas de la noche- no oyó respuesta, despues de unos segundos, aquel joven se decidió a voltear a quien le hablaba y sólo le dedico una sonrisa. Pasaron unos minutos, el joven le observaba  detenidamente, analizando cada facción del castaño, quien se sentía intimidado por esa acción, el ser observado fijamente, pero por fin oyó respuesta.

- Eso mismo debería yo decirle a usted joven.

- Acaso no tiene miedo que alguna criatura de la oscuridad se le aparezca?

- Las criaturas no me harían nada, creo debería temerle más a los humanos. ¿No cree usted?

Aquel joven lo tenía muy intrigado no mostraba más que  una mirada seria pero muy cálida ala vez, sus ojos eran como dos gemas violetas, que al verlas sentía que le atravesaban el alma.

- Usted gana tiene mucha razón, pero antes mi estimado joven estaría complacido de saber su nombre.

Hubo otro silencio enorme y no sabía si le respondería pero de nuevo oyó esa cálida voz.

- Shion.

- Un gusto Shion yo soy Dohko.

Este le tomo la mano y le dio un leve beso en ella, se retiró del lugar no sin antes dedicarle una última mirada al joven, quien nuevamente le dedicaba una sonrisa.

El joven pintor regreso a su hogar con la esperanza de volver a encontrarlo.

En el puente aquel peli verde movía su cabeza de un lado a otro, el encuentró con el castaño por alguna razón le había alegrado.
Comenzó a silbar una hermosa melodía, parandose de su lugar y brincando al lago, cayendo sobre aquella agua tan oscura, sin hacer siquiera que está arruinara su calma, empezó ahora a tararear la misma melodía, mientras saltaba sobre el agua, miro el reflejo de la luna en ella agachó el rostro pero como era de suponerse no habría reflejo de el, se dirigío hacia el bosque perdiéndose en la infinita oscuridad de este.

No One Like YouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora