BOTIQUÍN DE LOS CORAZONES ROTOS

Capítulo 11

14 DE AGOSTO.

*Megan* 1:00 pm

-Ya llegué, ¿Voy para tú casa?

*Yo*

-Ya. XD

*Diego*

-Bebé, iré de día de campo con la familia.

*Yo*

-Está bien guapo <3

Diego, Diego, Diego.

Pinche Diego y la forma tan tierna de hablarme.

Faltaba tan solo un día para el cumpleaños de una de las personas más importantes de mi vida.

Anel.

Desde aquel día en la fiesta de Geral para Anel, encontrar aquel chico, Fernando, había sido una de las cosas más interesantes y raras para ella, su mente y su corazón.

Estaba feliz y estaba confundida, ¿Qué significaba ese chico para ella? ¿En serio era lo que ella quería o solo una ilusión? ¿Por qué ella se volvía loca por alguien como él?

No era su tipo, se metía en problemas, fumaba, tomaba, salía de joda casi todas las noches y ella no.

La pregunta de ella siempre era: "¿Por qué él?"

Y yo siempre tuve la misma y acertada respuesta:

Porque su corazón quería a alguien que lo saque de la rutina, alguien que la haga suspirar, alguien que la haga gritar no importara como. El corazón quiere lo que quiere y ese corazón quería llorar porque había pasado mucho tiempo dormido, quería querer a alguien y que ese alguien le sea querido.

Pero su corazón se equivocó de persona.

-Legué.-Sonrió Megan y entró a mi casa.

-¿Cómo estuvo el viaje?-Pregunté mientras caminábamos a mi habitación.

-Aburrido.-Se ríe.-Pero traje algo...

De su mochila saca un trago, un wiski.

-¿Cuál es esta ocasión?-Saqué dos vasos y ella empieza a llenarlos.

-Por Juan que es un hijo de puta, por Enrique que tiene nueva novia que lamentablemente es mi amiga de colegio y... Por tu Jorge.

-Por el daño que me hace y me seguirá haciendo.-Sonreí y chocamos vasitos.

Las personas toman para muchas cosas, para olvidar, para festejar, para llorar, para divertirse y muchas más que tal vez ahora nadie se acuerda.

Pero ese día tomé para olvidar, olvidar todo el dolor que me había causado él, desde ese "Hola" en una noche de Junio hasta ahora, todo lo que me causaba, todo lo nuevo que había experimentado y si sabía que iba a seguir pasando muchas cosas más... Pues hubiera preparado el wiski para otra ocasión.

Ella tomó por lo que pasaba por su vida en esos momentos, momentos cuando no sabes que no tienes a alguien que llene tu corazón, cuando está vacío y aun nadie puede llenarlo como quieres, sufría porque nadie le daba lo que quería, sufría porque quería amor y nadie podía dárselo.

La música había llenado toda mi habitación mientras íbamos en el tercer vaso de whisky e involuntariamente las lágrimas que salían por nuestros ojos, me lamentaba tanto de haber respondido ese mensaje que jodería mi corazón.

<Salud.> Gimió de tristeza mi corazón.

<Salud.> Respondió mi cabeza y tomé todo lo que había en el vaso.