El Hijo de la Luna Roja [TaeKook]

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❝Capítulo 02: Clan Suga❞

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Park Jimin veía atento la luna llena, sus ojos no la perdían de vista en ningún instante, esperanzado en que ésta volviera a colorearse para su disfrute. Su pequeño cuerpo se balanceaba de atrás para adelante, aburrido de pasar el día solo. Sus cuidadores habían salido de cacería casi todo el día, o bueno, al menos uno de ellos.

Min Yoongi y Jung Hoseok, ambos parte del clan Suga, conocidos también por su sentido de justicia al asesinar. Ambos rescataron al único sobreviviente del clan Park, un pequeño de siete años que aún se mantenía puro, sin ser mordido. Para los vampiros tanto los bebés como los niños representaban un manjar exquisito, ya que la pureza de su sangre era difícil de encontrar en los demás mortales, sin embargo, ambos lo criaron y lo incorporaron al clan, siendo él su tercer miembro.

Jimin anhelaba el día de su conversión a vampiro. En su clan era un paso importante, ya que existía aquella regla universal que restringía a los hijos mestizos ser transformados a la edad de los diecisiete, ya que de esa forma conservaría su belleza y juventud eternamente. En su caso, le quedaban seis años más.

Aunque ver sangre aún lo mareara, el pequeño intentaba acostumbrarse a beberla combinándola con tragos y chocolate, de esa forma no sabía tan mal, por otro lado, ninguno de sus protectores sabía de ese pequeño entrenamiento especial que él mismo se imponía. Jimin quería ser un orgullo para su actual clan, él deseaba ser fuerte para protegerlos a ambos algún día.

Por otra parte, se encontraba ansioso por interrogarles a ambos cómo fue su experiencia tras la aparición de la luna de sangre. El pequeño de once tenía entendido que la leyenda era popular entre los vampiros, ya que narraba sus orígenes.

Miles de siglos atrás, existió una hermosa mujer que se rumoreaba era una bruja. Ella, en su afán de mantenerse joven por siempre, ofreció su alma al diablo a cambio de la vida eterna. Si bien, su deseo le fue concedido, su alma aún no pasaba a manos del señor de las tinieblas hasta el día que conoció a un joven artesano, de quién cayó perdidamente enamorada, pero al estar maldecida, ella intentó el mínimo contacto con su amor. Con el tiempo, ella descubrió, que a parte de la belleza y juventud eterna, sus poderes como bruja ascendieron, su apetito disminuía, no deseaba más la carne de animales, ni frutos o vegetales. Deseaba sangre.

Los siglos pasaron y ella veía con pesar como su amor reencarnaba conviviendo con miles de mujeres y formaba una familia. Pronto sus deseos de vida y juventud eterna se redujeron a tener un bebé que ofrecerle a aquel hombre. De esa forma, ella le pidió al señor de las tinieblas que le permitiera engendrar, sin embargo fue negada. La bruja, en su afán y terquedad por ser madre decidió hipnotizar a su amor con aquel aroma encantador que despedía su cuerpo para cazar a sus víctimas y fue así que copularon dando como fruto la semilla prohibida en un vientre maldito.

En cuanto el señor de las tinieblas se enteró de su desobediencia, clamó a los mismos infiernos que ella pagaría su atrevimiento, reclamando la vida de ese bebé. Y el día de su nacimiento, la luna se tiñe de rojo, porque la sangre inocente y a la vez maldita de aquel bebé cubre la luna. Y los vampiros que pertenecían al linaje de aquella bruja enloquecerían por degustar aquel manjar, dando así una masacre, cayendo en los más bajos instintos por calmar aquella sed de sangre.

Sin embargo existía una variante, la leyenda no era la misma entre clanes. Los vampiros más viejos testificaban aquella versión alegando ser del mismo linaje de aquella bruja, mientras que los más jóvenes lo atribuían a creencias religiosas, las cuales afirmaban que presagiaba la llegada del mesías.