Capítulo 35

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Esa sonrisa tan impecable que me vio nacer hoy la noto más fría que nunca, y aún más falsa. Charlie West, mi padre, un hombre asquerosamente rico y con una vida de ensueño, es quizás la persona más artificial que he conocido nunca. La viva imagen de lo que la mayoría de personas creen que necesitan: miles y miles de dólares en el banco, una familia bien estructurada, una casa perfecta y un trabajo estable y muy bien pagado. Sin embargo, si olvidas por un momento quién es él y te detienes, aunque sea por unos quince segundos, a mirar fijamente en sus ojos... lo sabrás. Te darás cuenta de que dentro de su mirada no hay nada, solamente hay un vacío que él cree llenar con su desmedida cantidad de dinero.

A su lado, otra sonrisa. Muy diferente, cabe decir. Ésta también es fingida, pero es bastante evidente que no se molesta en disimularlo. No es impecable ni mucho menos. Esta es más real y puedo leer en ella un estilo de vida totalmente diferente al de mi padre. Los dientes de la señora Heron son amarillentos y deduzco que le falta alguno que otro. No tiene una dentadura de anuncio, desde luego. El tabaco, entre otras cosas, ha debido tener algo que ver con eso. Su hija Candice, quien también fue una de mis mejores amigas de la infancia, nunca me habló demasiado de ella; pero cuando lo hacía, no era con demasiado entusiasmo.

Me pregunto qué se esconde detrás de ellos. Candice me ha dicho en pocas palabras que son unos mentirosos, aunque me gustaría saber en qué se basa para decir algo así. Hasta donde yo sé, ella adoraba a mi padre, incluso cuando dejamos de ser amigas.

—¿Tendrás en mente lo que te he dicho? —Susurra Candice. Nos encontramos ella, Lauren y yo observándolos desde lejos, ya que se encuentran en el comedor del campamento.

Giro mi cabeza hacia la izquierda, y después a hacia la derecha. El motivo es que me encuentro entre Lauren y Candice. Ni yo misma sé si debo hacerles caso, porque tampoco tengo ni idea de qué es lo que quieren decirme mi padre y esa señora. Paso de contestar a su pregunta y entro en el comedor.

—¡Evelyn! —Exclama alegremente la madre de Candice cuando me ve—. Estábamos hablando de ti.

—¿En serio? ¿Por qué?

Se queda callada durante unos cuantos segundos. Sospecho que está inventando alguna mentirijilla que contarme.

—Tu padre me estaba contando lo bien que te va en los estudios. Ojalá Candice se aplicara tanto como tú, no ha sacado muy buenas notas este año... —Dice, fingiendo preocupación.

—¿Y eso cómo lo sabes? —Curioseo.

—¿Perdón?

—Bueno, me dijiste que Candice ha estado viviendo en la casa de los Hudgens este año, con Lauren.

La señora Heron medioabre la boca y se ríe nerviosa. Se nota que no es demasiado inteligente. De mientras, he podido observar la reacción de mi padre al escuchar esto último que he dicho. Parece que le ha desconcertado más de lo normal.

—Ya, pero es mi hija. —Gesticula con la cara exageradamente—. Y he hablado con ella un par de veces.

—No sabía que Candice estaba viviendo con Lauren, Michelle.

¿Michelle? Ese debe de ser el nombre de la madre de Candice. La verdad es que no, nunca he sabido cómo se llama. A pesar de mi amistad con su hija, no conozco demasiado a esta mujer que tengo delante y eso hace que salten todas mis alarmas.

Mi padre ha llamado a la señora Heron por su nombre y ésta le escribió a él una nota hace unos días, que por cierto, nunca recibió. Por si fuera poco, ayer presencié cómo discutían en el hospital. Esto me chirria mucho más de lo que debería. Jamás los había visto hablando pero tengo la sensación de que se conocen más de lo que quieren aparentar.

Verano otra vez© (Verano #2)Where stories live. Discover now