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— ¿Te das cuenta que es nuestro último día en Bruselas y estamos desperdiciandolo aquí? —hablé después de varios minutos de silencio, por parte de ambos

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— ¿Te das cuenta que es nuestro último día en Bruselas y estamos desperdiciandolo aquí? —hablé después de varios minutos de silencio, por parte de ambos.

— A mi no me parece un desperdicio —Luke se encogió de hombros y me atrajo más cerca a él.

Hoy Luke no quiso levantarse de la cama, y ésta vez no replique nada por que parte de mi también quería, así que ahora simplemente estábamos acostados en la cama mientras un programa de vídeos graciosos se reproducía en el televisor, aunque no estaba prestandole mucha atención, sinceramente.

— ¿En qué piensas? —preguntó Luke acariciando mi brazo que rodeaba su torso.

— En que te voy a extrañar mucho, y a Petunia también —hizo un puchero cuando se volvió para verme.

— Yo también voy a extrañarlas —se inclinó para besar mi naríz y luego se removió un poco para quedar a mi altura, nuestras frentes juntas y nuestras narices rozandose.

Otra vez hubo silencio. Y mi mente divago otra vez sobre el mismo tema que me venía persiguiendo hace unas semanas. Desde antes del cumpleaños de Luke siento que debo sacarlo de mi pecho, tenía miedo que él se asustará o algo así -aunque estoy casi segura de sus sentimientos por mi-, pero tomando en cuenta que él se irá al otro lado del mundo en unos días, tal vez sería el momento de decirlo.

— Luke —le llamé.

Él volvió su rostro para verme con una leve sonrisa.

— Uhm, quiero decirte algo.

Frunció el ceño levemente y giro totalmente su cuerpo para verme—. ¿Qué pasa? —su mano se posó en mi brazo y comenzó a acariciarlo nuevamente.

— Bueno, no creo que te acuerdes pero antes de tu cumpleaños, fuimos a una fiesta y tú te embriagaste, yo te lleve a casa y en el camino decías cosas sin sentido, bueno, el punto es que... -tomé un poco de aire— me quedé para cuidarte y tú dijiste que esa era una de las razones por las que me amas —el rostro de Luke pareció cobrar sentido—. No dije nada por que estabas borracho y probablemente no lo decías en serio, y tampoco lo mencioné después por que tenía miedo de que te asustaras o algo así.

Mi mano subió a su mejilla y comencé a acariciarla, con la mirada azulada de Luke fija en mi, tomé valor para volver a hablar:

— Tal vez sea algo apresurado, por que sólo llevamos como dos meses saliendo y las cosas parecen ir demasiado rápido, pero te amo, Luke, de verdad lo hago.

— Creo que te amaba incluso antes de que esto empezara, Giselle Courtois.

Y por supuesto que mi corazón bailó ante sus palabras. Y otra vez -como siempre que estaba con Luke- me sentí la chica más amada y afortunada del mundo.

𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐀𝐋 𝐋𝐄𝐓𝐓𝐄𝐑𝐒 ➺ luke hemmingsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora