Capítulo 11

355 39 10
                                    

22:30 horas.

Castle miraba a todos lados en busca de Kate, pero no conseguía verla. El loft estaba repleto de invitados para su fiesta de fin de año, cada tanto en tanto se acercaba alguno de sus amigos para charlar un rato con él, pero él no les prestaba atención. Solo quería ver a Kate. Había estado unos días sin verla y ya la echaba terriblemente de menos.

- ¡Rick, querido!—Gritó la pesada de Gina mientras se acercaba y le daba un beso en la mejilla.—Está siendo una fiesta estupenda, te superas año tras año.—En cualquier momento sacaría el tema del nuevo libro, pero no se encontraba de humor para hablar sobre ello.

- Gracias Gina.

- Permíteme decirte que te queda muy bien ese traje, estás realmente atractivo.

Al parecer su editora quería otra cosa de él hoy. En otro tiempo no le hubiera importado acceder a un pequeño escarceo, pero todos sus pensamientos volaron en el momento en el que la vio aparecer. Kate. Allí estaba ella.

- Un placer haber hablado contigo Gina, nos vemos luego.—Se despidió de ella corriendo y se dirigió hacia Kate.

Castle casi se tropieza en el camino al ver lo impresionante que estaba, con un vestido negro ceñido que dejaba lo justo para la imaginación, llevaba el pelo recogido dejando al descubierto un cuello que Castle se moría por probar.

Iba a morir aquella noche, estaba seguro.

- Hey.—Le saludó ella nada más verlo.

- Hola, estás...—Tenía tantas cosas que decir.

- Tu también, Castle.—Le dijo dedicándole una amplia sonrisa, aunque Castle pudo notar un pequeño rubor en sus mejillas.

- Vamos, te enseñaré mi casa.

23:00 horas

Castle le fue mostrando todas las habitaciones de su loft, aquello era enorme, sobre todo comparado con su pequeño apartamento. Pese a que debería de estar algo abrumada por todo aquello, en lo único en lo que podía pensar en ese momento era en la mano de Castle que estaba situada en su espalda y que acariciaba su piel desnuda. Ese simple gesto provocaba un temblor en sus piernas que no era normal y le avergonzaba que tuviera tanto poder sobre ella.

Cuando llegaron a su oficina, Castle se alejó de ella para mostrarle los nuevos avances de su libro. Al parecer había escrito tres capítulos más y poco a poco iba tomando forma.

- ¿Se los has enviado ya a tu editora?—Le preguntó mientras leía por encima.

- No, pero lo haré muy pronto. Todavía quiero saber hacia dónde me dirijo.

Kate pensó que aquel era el momento propicio para darle su regalo de navidad, sacó una cajita pequeña de su bolso y se la entregó. Castle la miró sorprendido, pero también algo emocionado.

- ¿Y esto?

- Es tu regalo de navidad, quería habértelo dado antes, pero no encontré el momento hasta ahora.

- ¿Qué es?—Le preguntó nervioso mientras abría la cajita.

- No sabía que regalarte, pues no creo que pueda comprar algo que tu ya no tengas, así que se me ocurrió eso. De pequeña siempre les regalaba uno de estos a mis padres.

Heat cafeWhere stories live. Discover now