Mi vida. Mi salvación.

plan: emboscada

Me desperté y me encontraba en mi habitación, empecé a forzar a mi memoria para recordar lo que había pasado ayer, me pasó un flash en la cabeza y todo se volvió aún más confuso !en que me metí!

Tome agua de la jarra que estaba al lado con 2 aspirinas, mi móvil empezó a vibrar y lo vi encima de la mesa del tv, me paré y me percaté de que tenía un saco que me llegaba a los muslos y era el de mi ex, Dios mío que no sea lo que creo.

Llamada entrante de mi ex

Yo: Hola, ¿qué paso ayer?

Amigo: Ni siquiera un ¿cómo estás? Jaja

Yo: No te pases de listo. Dime y espero que no sea lo que creó

Amigo: No te preocupes sólo fueron un par de besos, pero estoy consciente que actuamos mal, tu despecho te llevó a eso. -Lo dijo con todo de decepción, no pude evitar sentirme mal -.

Yo: Disc.. Discúlpame- las palabras se quebraban cuando intentaba decirlas-.

Amigo: No te preocupes. Tengo entendido que te vas al medio día, yo te puedo llevar, también voy para la ciudad y así conversamos sobre lo de ayer. ¿Te parece?

Yo: Dale a esa hora te espero

Amigo: Chao hermosa

Yo: Chao idiota.

La verdad si quería hablar con él para preguntarle cómo llegué a mi habitación y para saber si tiene más información sobre lo de la infidelidad de mi novio, salí corriendo hacía el baño cuando las ganas de vomitar fueron incontrolables. Cuando ya estaba duchada y lista baje a la cocina, estaba mi papá, mi mamá y mi hermano comiendo granola con yogurt y frutas era nuestro desayuno favorito desde que tengo memoria, tome mi asiento y me sentía aún más melancólica, no quería llegar a donde él, no sabía cómo enfrentar esta situación.

Todos me dijeron que se notaba que las cosas no estaban bien con mi novio, pero que tenía que seguir mi vida, había cosas más importantes como mi futuro, y que podía volver cuando quisiera, mi hermano se ofreció a llevarme, pero les comenté que ya alguien me iba a llevar, mi madre me guiño un ojo, se abalanzó y nos dimos un abrazo eterno. Ya se estaba imaginando no sé qué, mi papá me alzó y me dio vueltas supongo que, para subirme el ánimo, lo logró me reí como niña chiquita en Navidad. Mi hermano me dijo que quería hablar conmigo que más tarde me llamaría. Supongo que se imagina que sucedió y pretende darle su merecido.

Escuchamos el pito del carro y me acompañaron a la puerta. Él se bajó para ayudarme con las maletas, mis padres lo saludaron muy afectuosamente dejando claro que él pasado ya estaba pisado, yo tenía 16 años cuando empezamos, y ya habían pasado casi 3 años de nuestra ruptura. Todos sabían que éramos muy inmaduros para una relación, mis padres siempre me dijeron que no se meterían en mis relaciones porque el amor estaba para vivirlo y el amor no siempre te lleva al cielo a veces te lleva al infierno, pero es algo que tienes que asumir si te arriesgar a vivirlo.

Me despedí con la mano por última vez, me sentía como la primera vez que me fui a la ciudad a estudiar. Tenía tanto miedo de fracasar, de que no fuera capaz de soportar estar lejos de ellos y ahorita sentía que enserio no podía o bueno si podía, pero no quería, ellos eran mi fortaleza.

Él: -después de los besos que nos dimos, quedaste dormida en mis brazos y decidí que era un buen momento para llevarte a casa- soltó así sin más.

Yo: ¿por qué tenía puesto tu saco?

Él: tu hermano me abrió la puerta, te lleve a la habitación y te quite los zapatos, cuando iba a salir de tu habitación te estabas tratando de quitar la chaqueta de cuero que llevabas, te ayude y me pediste mi chaqueta, así que te la di, y el pantalón tú solita te lo quitaste. Yo no vi nada - su sonrisa pícara apareció y mis mejillas empezaron a tomar un color rojizo-.