El extraño artefacto de la familia Shihoin

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Los personajes de Bleach pertenecen a Tite Kubo.

Advertencias: Contiene OoC .

La historia participa en el mes IchiRuki, sólo que es una extraña mezcla de las temáticas. Espero sea de su agrado.

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 EL EXTRAÑO ARTEFACTO DE LA FAMILIA SHIHOIN

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CAPÍTULO 0.- ¡Te dije que no la abrieras!

En la Sociedad de Almas era un día soleado y normal. Los Shinigamis hacían sus labores acostumbradas, el laboratorio del doceavo escuadrón se encontraba muy ruidoso, seguramente Mayuri estaba haciendo alguno de sus experimentos; en el décimo escuadrón se escuchaba el grito de Hitsugaya hacía su teniente porque, de nuevo, no estaba trabajando; en el noveno escuadrón Hisagi trabajaba en la edición de su revista.

En un rincón del sexto escuadrón, en medio de unas columnas, el capitán Kuchiki y Yoruichi Shihoin se encontraban en medio de una sesión de besos apasionados.

Rukia se detuvo en seco, abrió los ojos sorprendida y retrocedió varios pasos para voltear hacia aquel lugar. No había nadie.

—¿Qué te pasa Rukia? —preguntó Ichigo acercándose a ella. —¿Por qué te detienes?

Ambos caminaban a través del Sereitei pues tenían la misión de trasportar del escuadrón de Mayuri a la residencia Shihoin un artefacto que había quedado en custodia de Mayuri tras la guerra, ya que la bóveda en la que se resguardaba había quedado en malas condiciones y estuvo sujeta a remodelación. El artefacto era trasladado en una caja cuadrada que Ichigo cargaba.

—Creí ver algo. —respondió Rukia, todavía confusa por la escena que vio. —pero no es nada. —agregó. Seguramente el exceso de sol la hizo ver alucinaciones, porque era improbable que su hermano y Yoruichi tuvieran una relación. —sigamos. —indicó e Ichigo asintió.

—¿Oye que crees que llevemos aquí? —preguntó Ichigo alzando un poco la caja para analizarla. Era de color café con adornos dorados en la tapa y caras laterales, de tamaño mediano, aproximadamente de quince centímetros de lado.

—No lo sé. —respondió Rukia mirando también la caja.

La intriga y curiosidad se podían leer en los ojos de los muchachos. Yoruichi solamente les había dicho que pertenecía a la familia desde hace mucho tiempo, tanto que ni ella ni su hermano recordaban su utilidad, pero que tenía que ser tratado con mucho cuidado.

—Pero todas las cosas de Yoruichi son geniales. —comentó Ichigo, recordando aquel aparato con el que pudo volar y llegar al puente.

—Sí. —concedió Rukia. — pero son peligrosas, así que ni se te ocurra abrirla. —amenazó retomando la marcha.

Ichigo se apuró a caminar refunfuñando un poco. No era tonto como para abrirla sin saber antes que era.

Bueno tal vez sí pensaba abrirla, pero ahora por el comentario de Rukia declinaría hacerlo.

Mirando hacia el frente se quedaron sorprendidos al ver a Kaien en una imagen borrosa. Ichigo lo reconoció porque su padre le habló de él y le enseñó una foto.

—Apúrate Kuchiki, tenemos un hollow que cazar. —dijo el de ojos verdes y se apresuró a correr.

La imagen se distorsionó y luego desapareció.

—Kaien. —susurró Rukia.

—¿Qué fue eso? —preguntó Ichigo confundido.

—No lo sé pero es muy raro. —comentó Rukia. —tenemos que hablar de ello con el capitán Mayuri y Urahara. —señaló.

Ichigo asintió, pues quizá eran los únicos con la inteligencia necesaria para saber que estaba pasando.

Siguieron su camino en silencio, sumergiéndose cada uno en sus pensamientos.

Rukia ya había superado el pasado, pero el ver a Kaien frente a ella, vivo, le hizo preguntarse qué habría pasado si ella hubiera evitado que él se enfrentara al hollow que asesinó a Miyako. Quizá su teniente todavía estuviera con ellos.

Ichigo miró de reojo a Rukia y a su semblante pensativo y nostálgico.

Estaba pensando en su primo seguramente. Eso hizo que algo dentro de él se incomodara. Bajó la vista hacia la caja y se preguntó qué habría pasado si él siguiera vivo, si eso habría influido para que ellos dos se conocieran.

Y eso generó otra duda. ¿Qué habría sido de su vida sin Rukia? ¿Habría podido ser un Shinigami?

Rukia también tuvo dudas, se preguntó si en su destino estaba conocer a Ichigo.

En ese momento una luz azul intensa se desprendió de la caja.

—Idiota te dije que no la abrieras. —lo regañó Rukia deteniéndose y girando hacia él.

—Enana yo no hice nada. —se defendió el chico.

La luz persistía y la caja comenzó a sacudirse, así que Rukia abrió la tapa. Dentro había una moneda dorada que ocupaba casi todo el contenedor y que era la que emanaba la luz azul. Tenía grabadas unas letras antiguas.

Ichigo tomó la moneda con una mano y la luz se volvió más fuerte envolviendo a los chicos. Desaparecieron justo antes de que pasaran unos miembros del segundo escuadrón.

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—Ey, Ichigo, despierta. —escuchó voces lejanas mientras era sacudido del hombro.

—Le dijimos que no bebiera tan aprisa, pero no escuchó. —reconoció a Keigo. Se incorporó lentamente sin abrir los ojos.

—No debiste comer tantos diablillos de pimienta juntos. —escuchó a Renji decir mientras le tocaba un hombro.

¿Qué rayos eran los diablillos de pimienta?

Pero eso no era importante ahora, abrió los ojos lentamente y se quedó muy confundido al ver a Renji, Keigo y Mizuiro junto a él, usando una larga bata negra y bufandas a rayas en rojo y amarillo. Miró a su alrededor y todo se puso más extraño.

Ese gran salón albergaba cuatro largas mesas ocupadas por más personas vestidas casi iguales sino fuera por las bufandas de colores distintos. Sobre las mesas una multitud de velas flotantes iluminaban el lugar.

Y justo cuando iba a preguntar dónde estaba, las grandes puertas del salón se abrieron de par en par.

—¡Un Troll, hay un troll en el castillo! —gritó esa persona antes de desplomarse en el piso.

Ichigo no sabía que pasaba, lo único certero era que ya no estaba en el mundo que conocía.

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Sé que tengo historias sin terminar, pero no podía dejar pasar el mes IchiRuki sin escribir al menos una historia.


EL EXTRAÑO ARTEFACTO DE LA FAMILIA SHIHOINWhere stories live. Discover now