Antes de llegar a ti.

Capitulo VI

Despierto al sentir una ráfaga de viento, tengo un poco de frío, así que buscó acurrucarme entre los brazos de mi acompañante pero me sorprendo al no poder sentir su presencia, mis ojos tratan de adecuarse al repentino cambio de luz, dirijo la vista hacia el otro lado de la cama, en definitiva Bucky no se encuentra a mí lado. El olor tenue a cigarro me llama, la ventana del balcón se encuentra abierta, me levanto y sigilosamente me acerco hacia el balcón, ahí está él.
Los primeros rayos del sol alumbran magistralmente su cabello, recargado con ambos brazos sobre el barandal, aún sigue con el pantalón de la noche pasada, su mirada está pérdida en el horizonte. El cigarrillo a medio acabar está posado entre sus labios, la fría mañana ayuda a darle más notoriedad al humo.
Un aura nostálgica lo rodea, puedo ver signos de preocupación en su rostro.

Suspira, despeina desesperado su cabello y utiliza sus brazos como soporte ocultando tras ellos su rostro. Otro largo suspiro se le escapa.

-¿Qué estuve a punto de hacer?- susurra con voz arrepentida y una pizca de culpabilidad.

-¿Bucky?- me acerco a él, e instantáneamente poso mi mano sobre su hombro. Él se aleja de mi toque.

-Peter, pensé que seguías dormido.

Lo observo sorprendido.

-¿Está todo bien?

El evade mi mirada, posa su mano en su barbilla.

-No del todo, tenemos que hablar. Pero no aquí- me guía hacia la recamara.

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Peter se ha sentado en el suelo, utilizando el pie de la cama como soporte después de haberse cambiado de ropa. Me observa con aquella mirada llena de confusión y anhelo, trato de no observarlo más tiempo, estoy seguro de que si sigo así no podré ante él.

-Así que... ¿De qué querías hablar conmigo?- mi mirada nuevamente se posa en él. Suspiro nuevamente, tratando de calmar mis nervios y esta sensación de que estoy a punto de cometer el error más grande de mi vida.

-Realmente no sé qué es lo que siento por ti.

-Oh...-abraza sus piernas y las pega más a su pecho- Vaya, eso no lo veía venir...

-Peter...-suspiro y paso mi mano por mí cabello de forma desesperada- No me eres completamente indiferente, tengo muchas ganas de hacerte cosas que en definitiva no le haría a alguien más, pero hay algo que me detiene.-lo observo, él sigue en la misma posición-Supongo que estoy confundido.

-No eres el único.-susurra- Yo también estoy confundido.-alza su rostro hacía mi dirección y me observa con ojos tristes- ¿Eso quiere decir qué quieres terminar con sea lo que sea que está pasando entre nosotros?-la pregunta me provoca un molestar en mi pecho.

-No lo sé... Tal vez y darnos un tiempo ayude.

Sus ojos se humedecen, me siento un completo imbécil en este instante.

-Entiendo- trata de sonreírme- Es lo mejor para ambos, ¿No?

"En estos instantes ya no sé qué es lo mejor"

-Sí, lo es.-aparta su mirada de mí.

-Bien...-comienza a levantarse- Ya es ahora de que me marche, lamento las molestias que ocasione.- se dirige a la sala y toma su mochila- Gracias por todo.-me encara y puedo notar que las lágrimas están a punto de caer.-Nos vemos.- retoma su camino hacia la puerta.

Algo en mí grita que no lo deje ir, mi interior me exige que lo detenga. Detesto esto.

-Pet, espera- tomo su muñeca inconscientemente, su mano libre se encuentra posada sobre la manija de la puerta, él detiene sus pasos más no voltea hacía mí- Lo siento- espero paciente a qué él me diga algo o hago algo, pero lo único que puedo ver es cómo su cuerpo comienza a temblar.- Yo...

-No...-me interrumpe- Yo lo siento...- se gira un poco hacía mí-Lamento hacerme falsas esperanzas- sonríe amargamente antes de soltarse de mi agarré y ahora sí marcharse de mi departamento.

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Mi vista se vuelve borrosa, el ardor en mis ojos aumenta, y mi corazón se desmorona a cada paso que doy. No puedo evitar que mis lágrimas comiencen a surcar por mis mejillas. Esta sensación de rechazo me está comiendo vivo.

Puedo escuchar a lo lejos a alguien gritando mi nombre, pero a estas alturas realmente no me importa, no quiero mirar hacia atrás, no puedo hacerlo.

Siento como alguien me sujeta de la muñeca, me detengo bruscamente. Mis lágrimas me impiden reconocer su rostro.

-¿Peter?- su mano limpia el rastro de lágrimas.- ¿Te encuentras bien, BabyBoy?

-Wade...- trato de sonreír, pero estoy seguro de que no lo logre, su abrazo es el que me lo confirma.

-Está bien, BabyBoy. No tienes que fingir conmigo.

Y sin poderlo evitar, me aferro a Wade en un inútil intento de no desmoronarme o al menos no más de lo que ya estoy.