—No puedo creer que esto este pasando...— chilló la pelirrosa.
—Sakura, controlate— le regañó la rubia.
—Es que es muy emocionante.
—Si sigues así, ya no nos va a querer contar nada...— dijo la chica de lentes.
—Yo digo que te vayas corriendo antes de que estas locas te hagan algo...— opinó el pelinegro.
—Sai, deja que nos cuente primero y ya después si se quiere ir corriendo pues que se vaya.
—¿Van a dejar de nos cuente o no?— dijo con desesperación el rubio.
—Bueno ya, todos callense...
Todos los que se encontraban en aquel parque miraron ansiosos al ojiazul. Este se sintió un tanto nervioso por toda la atención puesta.
Trató de ver un poco mas lejos y vio al pelirrojo junto al azabache; agradecía internamente que esos dos no se mataran mientras que sus parejas estuvieran lejos.
—Anda Dei, ya cuenta...— volvió a hablar la pelirrosa, ansiosa.
—Bueno...— se quedó en silencio buscando las palabras adecuadas. —Después de la fiesta que se hizo en la casa de Sasuke, pues Sasori y yo nos fuimos a nuestro hogar...— dijo recordando el momento.
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—Estoy muy cansado...— exclamó el pelirrojo mientras estiraba sus brazos.
—¿Cansado?— el rubio se sentó en el sofá —¿De qué?
—Bueno, es que hoy...— tomó asiento a lado del ojiazul. —Corrí como veinte cuadras para evitar que la persona que amo se casara.
—¿Detuviste una boda?— lo vio son una sonrisa.
—Ese era mi propósito, pero un hermoso rubio la detuvo por mí— recargó su cabeza sobre el hombro del menor.
—¿No llevaste auto?
—Creeme que si hubiera llevado no habríamos regresado en taxi— dijo cerrando sus ojos.
—Cierto...
—Iré a dormir...— se levantó de sonde entraba y se dirigió a las escaleras; pero antes de subirlas se volteó hacia el rubio. —Tú deberías hacer lo mismo.
—Voy a darme una ducha primero; luego iré a dormir...— volteó a verle con una sonrisa.
El pelirrojo soltó un suspiro cansado. A veces le daban ganas de regañar al ojiazul.
—Enfermaras si haces eso...
—Estaré bien, me duchare rápido, secaré mi cabello e iré a dormir, ¿de acuerdo?
—Si enfermas y mueres yo no sé...— dijo comenzando a subir los escalones. El rubio rodó los ojos.
—Si enfermo y muero, tú también lo harás...
Escuchó como la puerta de la habitación era azotada con fuerza. Deidara había ganado esa discusión.
El chico subió las escaleras y entró a la habitación para sacar su pijama. Cuando abrió la puerta, se encontró con el pelirrojo quitándose la playera.
Cuando sintió la mirada del rubio, volteó y se lo quedó mirando.
—¿No que te ibas a bañar?
El rubio estaba, literalmente, babeando. Jamás le había prestado atención al cuerpo de su amigo, bueno ahora novio.
—Sí, pero vengo... Vengo por... Ropa, para mí...— dijo aun viéndolo.
—De acuerdo...— se puso su playera para dormir y se acostó en su cama.
—Iré a ducharme...— dijo un poco sonrojado.
—Claro...
Deidara entró al baño y abrió la regadera; comenzó a desvestirse y luego se metió bajo el agua.
Después de unos minutos salió del baño, ya vestido con su pijama y secando su largo cabello con una toalla.
—No se te olvide secar bien tu cabello— la voz del pelirrojo lo hizo sobre saltarse.
—Pensé que ya estabas dormido...— dijo viéndolo, sorprendido.
—No voy a dormir hasta que tú lo hagas... Tengo que confirmar que estés bien.
—Eres muy sobre protector-hm.
—Solo contigo.
Eso hizo que el rubio se ruborizara un poco, odiaba que Sasori le dijera cosas tan de repente.
Trató de secar muy bien su cabello con la toalla, pero este seguía húmedo. Decidió acostarse así.
—No se ha secado, ¿verdad?
—Sí, ya se seco...— odiaba darle la razón al pelirrojo.
—Si claro, como no.
Se quedaron en silencio, cada uno estaba acostado en su cama. Deidara veía de reojo al pelirrojo; tenía que preguntarle, debía preguntarle.
—Sasori...— rompió el silencio.
—¿Mh...?
—¿No estabas en la universidad?
—Ya no ingresé...— respondió de lo mas normal.
—¿Por qué?
—Me preocupé por otras cosas... Y cuando vi, ya no quise estar ahí
—¿Por cuales cosas te preocupaste?
—Alguien me destruyó por completo...— murmuró.
—Fui yo el culpable, ¿cierto?
—Tú no tienes culpa de nada, fue mi decisión después de todo.
—Lo siento...
