𝐹𝑟𝑢𝑡𝑜𝑠 𝐷𝑒𝑙 𝐴𝑐𝑜𝑠𝑜 •| 𝓐𝓽𝓸𝓫𝓮 𝔁 𝓘𝓻𝓲𝓮

11 | ⚜️ Frutos del Acoso

MANSIÓN ATOBE

Un rubio de anteojos se encontraba preparando una inmensa maleta, donde metía toda su ropa, a la par que guarda su pasaporte.

—  Es lo mejor  —  dice tocando su vientre

El omega aún tenía presente la noche en que Atobe lo había sacado del bar de Jazz al verlo con Ryoga, el aroma a cigarrillos de aquel Alfa con reflejos verdosos ocultaban el suave aroma de su embarazo. Una vez afuera, Atobe y él comenzaron a discutir sobre lo ocurrido con Jirou y Ryoga. Lo intentó, de verdad intentó hablar con él, darle la noticia de su embarazo pero fue en vano, el Alfa no dejaba de culparlo por lo ocurrido con Akutagawa.

"—No te reconozco, Kanata

—Supongo que a Akutagawa sí

—Al menos él no miente!"

En verdad lo creía capaz de planear algo así? Para empeorar aquello, el Alfa lucia exasperado al sentir el aroma de Ryoga sobre su omega, no lo admitiría pero odiaba sentir el aroma de otro Alfa sobre el suyo.

"—Si te pone una mano encima lo mataré."

Dicho esto Atobe se marchó, Irie conocía perfectamente la reputación de Ryoga. Sin embargo, durante su charla con el azabache, él no había intentado nada, es más lo había escuchado y tras lo ocurrido con Atobe lo contuvo, disculpándose si le causo alguna molestia.

Aquella noche se quedó a dormir en el departamento del Alfa, el malestar del embarazo no lo hacía sentir bien para regresar a la mansión por su cuenta o guiar a Ryoga, por lo cual en uno de sus mareos el pierde la conciencia y el Alfa decide llevarlo con él. No ocurrió nada inapropiado, Irie durmió en la cama de Ryoga y él en el sofá. Sin embargo, al despertar, el Omega pensó lo contrario.

"—Tú y yo...—murmuró observando desde la cama el torso desnudo del alfa que estaba frente a él. Al parecer salia de la ducha

—No paso nada.— dijo a la par que esbozaba una sonrisa gentil"

Aquello le regresó la tranquilidad. Ryoga lo respetaba demasiado para intentar algo, quizás bajo otras circunstancias habría disfrutado tener al Omega en su cama. Irie era muy atractivo a ojos del embustero, Echizen Ryoga.