Capítulo 11: La carta rota

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Will se levantó casi al mediodía, recordó que pronto sería hora de encontrarse con los chicos, pero antes quiso regresar al lugar de su infancia, el castillo Byers en el bosque. Se colocó una chaqueta ligera y salió presuroso a su destino.

La mañana primaveral de Hawkins era algo que extrañaba más de lo que estaba dispuesto a admitir, hacía 3 años que solo aspiraba el aire contaminado de la gran ciudad y recordar el canto de los pájaros y la vegetación abundante lo llenaban de una sensación hogareña. Su hogar. Se detuvo frente a los restos de su casa abandonada. Hubo un momento en el que casi se atrevió a entrar pero el escalofrío que lo invadió le indicó que quizás no era tan buena idea, pasó tantas desgracias en ese lugar que en este momento de su vida no era una puerta que lo motivara a abrir. Siguió su camino en el espesor del bosque y llegó a su refugio. Era increíble, estaba intacto, pensó encontrar una pila de ramas secas y vandalizadas, pero milagrosamente estaba todo allí. Sacó las manos de sus bolsillos y corrió como desesperado hasta encontrar la entrada. Una sonrisa se le dibujó en el rostro después de mucho tiempo.

Se arrodilló y entró. Todo era mucho mas pequeño y estrecho de lo que recordaba, notablemente Will creció mucho en esos años. Sus cosas estaban intactas, los comics, los dibujos, algunos juguetes, sus manos temblaban de emoción al encontrarse con esa especie de "altar" de Will Byers que estaba allí, encontró una foto de la feria de ciencias que ganaron varios años atrás. Se veian tan pequeños, tan tranquilos solo con las preocupaciones típicas de la vida escolar por delante. Estaba absorto en sus recuerdos y pensamientos cuando alguien tomó por asalto el castillo Byers violentamente.

-"Que mierda buscas aquí, sal de una maldita vez carajo!" gritó Mike en forma amenazante cargando un palo como arma. Will se asustó al verlo así mientras que Wheeler se quedó de piedra al verlo dentro pensando que era algún intruso o curioso intentando robar algo.

-"¡Will?!"

-"Dios mio Mike, que haces? Casi me matas del susto!" le respondió enojado el joven Byers saliendo con dificultad.

-"P-Perdón, es que pensé que alguien se metió, hay chicos que salen a cazar en el bosque y siempre les llama la atención ver lo que hay adentro." Le respondió tendiéndole la mano para ayudarlo a terminar salir.

-"T-Tu cuidas de mi refugio?" preguntó sorprendido. Mike no dijo nada, pero ni siquiera lo negó solo se sonrojó y comenzó a arreglar algunas ramas del techo que fueron desacomodadas por los vientos de la noche anterior.

-"Mike?! Te hice una pregunta..."

-"Si Will, vengo un par de veces por semana a cuidar que nadie la derribe, es todo lo que me quedaba para recordarte, no iba a dejar que se dañe. Es lo que querías saber?"

-"Gra--- Muchas gracias... siento que te tomes tantas molestias"

-"Eres mi amigo Will, siempre lo fuiste... ah y sabe Dios que siempre lo vas a ser aunque no me la pongas fácil." Le respondió sin mirarlo, concentrado en su trabajo de mantenimiento.

Esas palabras le ...dolieron? O le causaron un sentimiento de culpa por haberse desaparecido tanto tiempo sin pensar siquiera que significaba tanto para Mike, puede que después de todo podría haber sido un mal entendido todo lo que ocurrió entre ellos y se habría solucionado con un poco mas de tiempo... pero no podía negarse a si mismo que New York le hizo bien, era también parte de lo que necesitaba para seguir adelante.

-"En que piensas tanto?"

-"Nada, solo divagando como siempre... Oye, después de todo que haces aquí? Se supone que tendrías que estar en la escuela hasta las 3 y es apenas medio día..."

Sólo quiero tenerte cercaWhere stories live. Discover now