2. Suspiros del Averno [BG #2]

Huida

Mis colmillos emmarcaban su frágil cuerpo amenazando con devorarla de un bocado, lo cual sería sencillo para mí gracias a mis siete metros a comparación con el metro y medio de ella. Sin embargo, Esther había dejado de temblar de miedo y gritar por lo que me detuve y la observé detenidamente.
La pequeña humana permanecía allí recostada, con su angelical rostro contraído y sus ojos cerrados esperando que mis fauces se cerraran sobre ella y la envolviera con mi aliento, aceptando su muerte ante mí pero yo solo me retiré con lentitud y, sin voltearla a ver, exclamé con mi cavernosa voz por medio de telepatía, impregnándome en la ahora caótica mente de la joven.

—Huye ahora, antes de que cambie de opinión y decida devorarte de una vez. No me vendría mal un poco ee carne humana ahora que Hades no está.

Me recosté sobre un peñasco salido haciendo levantar una gigantesca nube de ceniza y esperé hasta que dejara de oír el latido desenfrenado del corazón de Esther como un bombo en mis sensibles oídos.

Y lamentablemente, así fue.

Apenas pasó un minuto cuando la chica se puso ee pie, lloró de miedo y salió corriendo del Averno hacia las praderas llenas de vida que yo jamás podría ser capaz de apreciar.

De todas formas, jamás iba a ser posible que un ser de luz pueda enamorarse de un ser de oscuridad como lo soy yo...