Aprendiendo a ser padres.

Capitulo 3: " La llegada del bebe Sakamaki"

Capitulo 3

" La llegada del bebe Sakamaki"

Asile-chan con la 3 parte de esta historia de uno de mis couples favoritos: 3

A leer!

Sin contar ese mal rato que algunos compañeros de instituto le hicieron pasar a Yui, el embarazo fue relativamente calmado. Claro que como cualquier embarazada paso todas las etapas mientras los meses iban avanzando; etapas tales como las náuseas, los antojos, el peso de mas, la continua necesidad de ir al baño y el estado sumamente delicado y sentimental, esto último fue un gran desafío para los Sakamaki, ya que al haber sido Yui siempre tan tierna y tranquila, verla llorar por que se le cayó la cuchara del helado o enojarse por cosas tontas los desconcertó enormemente y los hizo agotar hasta la última gota de paciencia y comprensión que podían tener, pues por muy intensa que fuera, al final de todo era algo "normal" y ninguno de ellos se atrevía a reclamarle nada de nada.

Aunque a veces no es necesario ningún reclamo, con una simple palabra fuera de lugar todo puede descontrolarse.

FLASHBACK

-Nee Yui, ya es tarde, solo decídete por algo y vámonos—decia un impaciente Ayato, que ya llevaban 45 minutos esperando a que la rubia decidiera que vestido llevar a la cena de gala a la cual habían sido "Invitados" (Obligados-bajo-amenaza-de-su-padre) a ir; ya todos estaban listos, pero ella aun estaba indecisa entre un vestido rojo largo con abertura en la espalda y pedrería al frente, o un vestido negro igual de largo un poco escotado y con detalles de brillantina en la parte inferior.

-Espera Ayato-kun, solo quiero decidir cual se me ve mejor—contesto ella desde el vestidor.

-Ambos se ven iguales—dijo el pelirrojo, pues para el ella se miraba preciosa en ambos vestidos—Cualquiera servirá—dijo al final.

-¿Osea que no importa?—dijo Yui con la voz quebrada y desde ahí Ayato supo que todo iría mal—Ayato-kun tú.. Eres un insensible!—Le grito aun dentro—Vete! Váyanse sin mí, al final no importa ¿No?—fue lo último que dijo antes de empezar a llorar como si le hubiese pasado la peor cosa en la vida.

Ayato se preocupó e intento abrir el vestidor, pero se percató que ella estaba apoyada en la puerta y que si era muy brusco podría golpearla, así que opto por hablarle una y otra vez intentando hacerla entrar en razón, pero ella no cedía.

Después de media hora subió el resto del clan a ver el motivo de la tardanza, pero al observar a Ayato, el auto denominado "Ore-sama", cuyo orgullo era más alto que el Monte Everest rogándole de rodillas y casi al borde de las desesperación a Yui quien seguía dentro del vestidor, decidieron mejor retirarse y avisar que no se presentarían a la cena; pues aunque sabían que su padre los castigaría duramente, nada sería más perturbador para todos ellos como lo fue ver al más egocéntrico de la familia comportarse de tal manera por la rubia. Definitivamente algo tendría que haber pasado para que llegara a tal estado, pero desde entonces descubrieron, que una embarazada tenía más poder que cualquier otro humano.

FIN DEL FLASHBACK

Aun con todo lo que un embarazo pudo significar tanto para la embarazada como para los inexpertos vampiros que la rodean, fue una experiencia que nunca olvidarían y sin ellos saberlo, los iría preparando para recibir al futuro bebe, cuyo sexo aun desconocían, pues los futuros padres decidieron que sería un sorpresa.

Y al no tener conocimiento de si sería una chica o un chico, los vampiros compraron regalos de ambos sexos y hasta apostaron por que sexo tendría, Ayato, Kanato y Subaru apostaron a que seria una linda niña, dulce y delicada como su madre; Reiji, Laito, y Shu, decían que sería un gran chico apuesto y con los aires de superioridad que todo Sakamaki poseía.

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Ya al llegar la semana en la que estaría programada el parto, todos parecían ansiosos en la casa Sakamaki, los chicos se turnaban para cuidar a Yui aun cuando dormía para que así en el momento en que sus dolores empezaran, las enfermeras y doctores la trataran y no se corriera ningún riesgo.

Pasaron así los 6 primeros días de la semanas, siempre a la espera, y releyendo el libro que Reiji les ordeno que memorizaran a todos (Incluyendo a Yui) "Que esperar cuando se está esperando" ellos ya se lo sabían de memoria, al igual que otros más que iban leyendo para aprender sobre cada etapa que Yui paso en su embarazo, pero los nervios les impedían pensar en buscar un libro nuevo.

Y es que no fue hasta el séptimo día en medio de la hora del Almuerzo que Yui empezó a experimentar los dolores de parto. Todos estabas alrededor de la mesa cuando vieron su cara de dolor y sabían que el futuro miembro de los Sakamaki venía en camino, así que en cuestión de minutos la llevaron a su habitación y tenían a todo el ejército de doctores en casa para que diera a luz.

Fue un parto relativamente largo, de casi 8 horas en que todos, incluso el futuro padre, tenían prohibido entrar a la habitación y no tenían tampoco noticias de Yui. Ya estaban empezando a impacientarse y preocuparse, pero justo salió una enfermera a darles la noticia:

-Señor Sakamaki—dijo y todos se levantaron—Perdon, Ayato Sakamaki—dijo la enfermera apenada—puede entrar a ver a su novia—termino y el pelirrojo fue tan rápidamente que casi se cae en los escalones por la prisa.

Al llegar pudo vislumbrar a Yui recostada en la cama y teniendo en sus brazos a un hermoso bebe, cuando ella lo vio, le sonrió tiernamente y le hizo gestos para que se acercase más; ya todos los médicos iban de salida para darles privacidad y el al estar ya a su lado beso su frente y vio más de cerca al bebe que su amada sostenía: Su Hija.

Era una niña con ojos tan verdes como los de él; no tenia cabello aun así que no sabía que color seria, pero sus facciones eran tan delicadas como las de su madre, era sumamente perfecta, era la princesa que el pelirrojo había estado esperando por meses, y que, en segundos se ganó su corazón.

-Sayumi—dijo Yui robándose la atención de Ayato-¿Qué te parece el nombre Ayato-kun?

-Mi princesita,-dijo diciendo el significado del nombre de su hija—Le queda sumamente perfecto—finalizo tomando en brazos a su pequeña princesita, apenas llevaba un par de minutos con ella y ya sentía que la amaba.

Después de un rato entraron los demás sakamaki, quienes, aunque iban hablando sobre quien gano la apuesta, pues los médicos les habían dicho que era una niña, se olvidaron de todo en el momento que vieron a su pequeña sobrina, esa niña hermosa, esa princesita con el poder de robar el corazón de quien la viera.