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Tan rápido se acomodó la ropa Akutagawa salió de la casa del albino debía alcanzar a Dazai y aclarar ese malentendido

— ¡Espere Dazai! — grito al ver que seguramente lo perdería de vista, el azabache no podía seguir corriendo atrás de él o seguramente sus pulmones colapsarian, el castaño volteó sin total interés aún así espero hasta que esté recuperara el aire — Sobre lo que vio en la casa de Jinko hace unos momentos fue solo un malentendido, no tengo ninguna relación con el ni nada por el estilo solo voy a visitarlo porque cuida a ese niño nada más —

— No tienes que explicarme nada — lo tomo de los hombros haciendo presión — Lo que ustedes hagan no es algo que me tenga que molestar así que siéntete libre de hacer lo que quieras — finalizó apretando un poco más sus hombros para después soltarlo —

— Lo dice como si nada, pero le molesta que yo esté cerca de Atsushi que vaya a su casa que coma con el que me reía de sus estupideces, debe sentirse ya desplazado por mi- — no pudo seguir hablando ya que recibió un puñetazo en la cara por parte del castaño, quien lo dejo arrodillado mientras tapaba su nariz tratando de contener la sangre que salía —

No dijo nada más el castaño simplemente se retiró dejando al azabache en el piso, mentiría si dijera que no estaba celoso pero jamás lo reconocería frente a nadie
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El lunes había llegado y con ello una semana ajetreada para Atsushi quien debía preparar la maleta de Oda, además de su lonche y algún papeleo que trajo el fin de semana para terminarlo en casa

— ¡AH! No puede ser no llegaré a tiempo a la parada — tomo un tipo de cangurera que había comprado para llevar a Oda y la maleta saliendo rápidamente, no podía dejar que pasara otro autobús o llegaría media hora tarde y seguramente Kunikida lo regañaria, pero al parecer empezaría con el pie izquierdo la semana ya que el autobús ya se había ido — No puede ser.... — resignado se sentó en la banca para esperar el siguiente autobús no podía darse el lujo de pagar taxi hasta su trabajo —

— ¡Hey, Jinko! — el azabache habia ido cerca de ahí, no con el albino precisamente pero si cerca —

— Oh, Akutagawa ¿que haces aquí?, pensé que la port mafia solo trabajaba de noche o bueno hace sus movimientos mejor en la oscuridad —

— En eso tienes razón, sin embargo paso para dejarte esto, Kouyou-san me lo dio, cuando le dije sobre ti, también dijo que quería conocer al niño, supongo que tiene un instinto maternal — tosio entregándole una bolsa con ropa —

— Oh, dile que le agradezco muchísimo, aunque hubieras ido a mi departamento en la mañana a dejarlo, ¿no sabes lo pesado que es cargar con un bebé, pañalera y una bolsa, o si? — si bien agradecía que le fueran a dar eso, como Akutagawa no piensa que el pudiera batallar —

— Tsk.... ¿Porque no te compras un carro y ya? —

—Porque primero, no se manejar y segundo, ¿¡con que dinero!?, un auto también es un gasto que no puedo monetizar — lloraba en sus adentros, se imaginaba su vida con auto todo sería tan fácil —

— Que miserable..... — sacó de su saco un fajo de billetes para después dárselo en la mano al albino — Toma y largate en un taxi —

— ¡¿AH!?, ESTO ES MÁS DE LO QUE SACARE EN TODA MI VIDA — el bebé aplaudió viendo como su mami? papi?, ni el mismo sabía, hacía caras tan graciosas — Soló dame para un taxi, no para comprar todos los taxis —

— No seas idiota, ese dinero no es nada para mi, solo guardalo cuando lo necesites y toma un maldito taxi, si no llegaras tarde de nuevo, idiota — extendió su brazo haciendo la parada a uno, quien se detuvo para después subiera el albino junto con el bebé —

— Espera, ¿como sabes que llegó tarde?, ¿¡acaso me vi- — y antes de poder hacer alguna acusación, se cerró la puerta del coche, dejándo a un Atsushi, furioso y confundido — Idiota....

No podía creerlo, había llegado a la oficina temprano, siempre llegaba faltando unos 5 o 4 minutos pero hoy no, tenía 30 minutos de sobra que podría invertir en comer ahí, que maravilloso era llegar temprano, además el puntual de Kunikida aún no llegaba y seguro que no lo sermoniaria por llegar temprano o bueno eso esperaba, el pequeño Oda se empezó a remover inquieto en el cangurero, moviendo sus piernas, de arriba a abajo, Atsushi lo sacó de ahí, y dejó en el corral

— Ya, ya está, ya eres libre, ¿porque no duermes?, un pequeño como tu debe hacerlo para crecer muy grande, voy al comedor, ahora vuelvo — el niño dio una mirada confundida para después empezar a mirar a su alrededor pero no veía al albino, por alguna razón pensó que mirado había los lado volvería su mamá, y como se esperaba estalló en llanto por atención maternal —

— Que niño tan más malcriado — habló un malhumorado Dazai, mientras miraba al niño de lejos llorando —

—Hey no llores sólo fui por algo de comer — al fin había regresado Atsushi, se agachó para tomar en seguida al niño en brazos mientras lo mecia para calmar su llanto — Está bien, está bien, ya mi bebé — el pequeño ahora solo hipiaba mientras veía a su madre con sus ojitos ahora cargados de sueño, los brazos de Atsushi era el mejor citio para el para dormir — Eso es duerme bebé.... — acarició su mejillas viendo como poco a poco, cerraba los ojos —

— Tu y Akutagawa serán unos padres magníficos —

Pequeño Where stories live. Discover now