Capítulo 25: Final

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-No dispare señorita, la única que saldrá perjudicada será usted -el rostro de calma tan significativo del hombre parecía como si de algún modo ya estuviera esperando que sucediera.

Pronto como uno de los dos hombres se acercó a ella para quitarle el arma ella le apuntó; aún sin disparar, tenía demasiado miedo y eso era algo indiscutible, en cambio el otro hombre se acercó a ella y le quitó el arma en un rápido movimiento haciendo que el arma cayera a su lado; no tuvo tiempo de recogerla cuando los hombres la detuvieron, Amy forcejeo intentandose safar mientras que Virgil ataba a Ellis a un tubo de agua de aquel sitio.

-¡Me estoy comenzando a enfadar con ésto doctora! Es suficiente, dejen de intentar ser héroes -exclamo el director. Volteo al piso y vio el diario de Susan Cartwright, lo recogió y se lo puso frente a ella-No olvide lo parecido que podemos ser, ¿Y sabe porque querida sobrina?

Amy se dado de los dos hombres y tomo el diario en sus manos, Cartwright la veía sonriente mientras que Virgil tomaba el arma del suelo. Ella hojeo las primeras páginas y luego las últimas, hasta que un apellido muy conocido se hizo presente casi al final de la hoja Amelia Bernart. Amy nunca pudo conocer a su abuela paterna; su padre ni su abuelo hablaban de ello y ella le restaba importancia; leyó un poco para contextualizar pero rápidamente Cartwright le arrebató el diario de las manos.

-Usted no puede ser mi familia -decia con incredulidad.

-Creame, Amelia Bernart fue mi madre; internada en un psiquiátrico mi padre la conoció y el resto es historia ya contada.

Al recordar lo que Marcus le dijo; era el producto de una violación, sintió pena por el unos instantes pero se desvaneció al ver que se dirigía a Patrick; ahora se volvía más importante para ella rescatarlo y huir de ahí, lo había estado pensando mucho sin darse cuenta de que la respuesta se encontraba ahi, Cartwright siempre supo quién era ella y no le importo en lo más mínimo el daño que les pudiera hacer a los que se podían llamar "sus seres queridos" y es que, estaba lleno de resentimiento hacia su padre y lo único que buscaba era superarlo, pero cuando perdió a su esposa todo se derrumbó y fue aún peor; alguien tenía que ponerle fin a toda la locura que estaba ocasionando Cartwright.

En la esquina de la habitación Ellis le hizo señas de donde se encontraba el demás equipo médico; en un rápido movimiento tomo el bisturí y se lo encajo en el hombro -¡No le harás nada a Patrick me entendiste! -el cayo retorciéndose de dolor.

-¡Que esperan para detenerla! -grito Cartwright a los hombres junto a el intentando ponerse de pie con el hombro ensangrentado.

-¡Amy! -gritaba desesperada mientras Amy intentaba desatarla. Virgil le había apuntado ella aún sin disparar.

-¡Te lo advertí! -dijo una neurótica Virgil; los hombres se quedaron quietos mientras Cartwright se quitaba el bisturí del hombro.

-¡No seas estúpida Virgil! ¡Dispara ya! -gritaba el director.

-Aunque lo hagas nunca te libraras de nosotros, siempre habrá alguien más arriba que tú. ¿Que crees que ocurra cuando muera? Ves al hombre en esa camilla, el hijo de tu amado padre, ¿Pero eres tan querida por el como dices?

-¡No la escuches Virgil! -dijo Cartwright.

-¿Con cuántos tienes que acabar para que al fin te acepté? Solo buscas la aceptación de alguien quién tiene el mínimo interés en la personas, ¿por qué crees que sería diferente contigo Virgil? -Amy comenzó a acercarse a Virgil mientras comenzaba a temblar de los nervios.

-¡Hazlo ya maldición! -grito el director y la bala salió a gran velocidad; el grito desgarrador de Ellis inundó la habitación ensordeciendo a todos, Morgan entro con rapidez a la habitación directo a quitarle el arma a Virgil.

-¿¡Que hiciste Virgil!? -le grito al ver al joven tendido en la camilla con una bala en la pierna.

-¡Yo no quería! ¡No debe haber nadie más! -lloraba entre forcejeos con Morgan, aún con el arma en la mano.

Una estruendo aún más fuerte se escuchó no tan lejos del cuarto y el olor a gas comenzó a penetrar en la habitación -¡Señor debemos irnos ahora! -le dijo uno de sus hombres al director cuando el sonido de las sirenas comenzó a escucharse de lejos; por su parte, Amy terminaba de desatar a Ellis. Un segundo estruendo volvió a resonar y un humo negro se empezó a crear en el techo; Cartwright y sus hombres salieron corriendo hacia una puerta de madera que Amy no le había prestado atención antes.

Corrio hacia donde estaba el diario y luego se dirigió de nuevo con Ellis -Tienes que ayudarme Ellis, tenemos que salir ya -ambas completamente nerviosas quitaron los seguros de la camilla de Patrick para poder moverlo hacia la puerta; este comenzó a despertar justo cuando comenzó a sentir el dolor.

-¡Por favor no dispares! Nos matarás Virgil. Hazlo por Regina -escucho decir a Morgan mientras más se alejaban.

Era un pequeño pasillo lleno de herramientas, y al final localizó la puerta que daba al exterior ya que de ella emanaba luz. Con ayuda de Ellis empujaron la camilla hacia el exterior.

En fracción de segundos visualizo la casa; se encontraba en el patio trasero, en lo que parecía una extensión de la casa para guardar herramientas y cosas de limpieza; pero nadie se imaginaria para lo en realidad la iban a usar. Tras ellas Morgan apareció para salir corriendo hacía la parte delantera de la casa donde el sonido de las sirenas y las luces provenían.
Al llegar una explosión más comenzó a quemar la casa casi por completo; todos agacharon la cabeza, cuando Amy la levantó vio a todos los oficiales aproximándose a ellos y a lo que parecía un camión de bomberos aproximándose; entre las personas vio a Daniel y sus ojos comenzaron a llenarse de agua, corrió hacia y de dejo caer en sus brazos.

-Te encontré -susurro Dan con la voz entrecortada.

-Gracias por buscarme -fue lo único que pudo decir antes encontrarse con los labios de su amado. Se fundieron en un largo abrazo hasta que la voz de Virgil la hizo voltear.

-¡Amy esto no se acaba! -sin terminar de decirlo una bala fue directo hacia Amy haciendo que cayera al suelo; unos oficiales detuvieron a Virgil.

Su vista se comenzaba a nublar y el ruido de las ambulancias la comenzaba a ensordecer -¡Amy amor no me dejes! -repetia Dan con Amy en las piernas tocando la herida en un costado de su abdomen. Sus ojos se comenzaban a cerrar cuando dos hombres aparecieron para llevarla a la ambulancia.

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Para ustedes lindos lectores que me leen ❤️ aprecio mucho a los que siguen está historia, cada mensaje o voto que me dejan me llena de alegría.
La historia está por terminar y quiero saber si te está gustando así que hazme saber tu opinión ❤️❤️

El Paciente 249 (SIN EDITAR) Where stories live. Discover now