El repentino llamado del chico le sorprendió, y eso que sorprenderlo era bastante jodidamente imposible. Y es que no tenía idea de para qué lo quería ver, o sí (para que se alejase de su padre) pero no pensaba ceder ante un niño y dejar a Rick ni aunque éste le apuntara con una jodida magnum o con un bate con alambre de púas.
—¿Vas a llorar para que me aleje de tu padre? —preguntó cuando el silencio le molestó demasiado.
—No voy a hacer eso.
La seriedad de las palabras y el ausente tono enfadoso que el chico tenía siempre con él lo volvió a sorprender.
—¿Entonces vas a interceder para que tu precioso padre me deje fol-
—Cierra la boca —le cortó. Negan podía ver el bochorno que provocó en el adolescente aquella insinuación. Quiso reír pero se detuvo, de verdad quería oír qué diría.
—¿Qué mierda es, entonces? —se impacientó.
—Sólo voy a decir algo y me iré —dijo—, y si interrumpes no hablaré.
Negan podía admitirle algo al niño, sí que tenía cojones para hacerle frente a él así, sus estudiantes ni bien lo veían se cagaban encima. Supuso que ser hijo de Rick no era sólo tener ojos bonitos.
—Mamá lo engañó con su mejor amigo —contó—. Papá siempre dio todo por nosotros dos, y ella dijo que eso no era suficiente, que necesitaba más y que Shane le brindó eso. En un momento los odiaba por dañar a papá pero él me dijo que tenía la culpa de todo, porque Shane amaba primero a mamá y él lo había arruinado. No entendía por qué los había dejado vivir en la casa que el compró para nosotros pero... papá es un tipo genial y creo que, a pesar de que se muestre fuerte, tiene momentos de debilidad. Y aunque te odie creo que lo haces feliz, o por lo menos, le has hecho sonreír y dejar de estar tan sombrío, por eso quería contarte de él, para que no lo lastimes —advirtió, con cierto reproche—. Creo que papá te quiere, y... eso.
Cuando Negan pensaba en responderle ya era tarde, el chico había vuelto a entrar, tan rápido fue que lo único que atinó a hacer fue maldecir y reírse. Definitivamente era hijo de Rick Grimes.
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DESTINO || RIGAN
قصص الهواةQuizás la razón por la cual ese desconocido del balcón llegó a su vida, era simplemente lo que se llama destino.
