9. Nadie

614 52 16
                                    

Narra Lloyd

Desperté después de la paliza de ayer. En serio me había dolido aquel golpe con el ladrillo. Toqué mi cabeza, tenía una venda. Traté de levantarme, pero no podía, me caía a cada intento y me dolía más que cualquier cosa con la que me hubieran golpeado. Vi que Malcom bajaba los escalones.

Malcom: Veo que ya despertaste. Espero que eso te haya servido de lección.

Lloyd: ¿Lección? Yo no hice nada malo.

Malcom: Cállate si no quieres que vuelva a usar un cigarro.

Así que así se llamaba el palito con humo. Miré mi brazo, ya había cicatrizado. Traté de levantarme de nuevo, pero volví a caer.

Malcom: Hasta para eso eres inútil.

Me dolía mucho. Volví a intentarlo, pero solo logré que me doliera más. Malcom me desencadenó y me sentó en el colchón. Subió mi pantalón hasta la rodilla y su expresión cambió a una preocupada.

Lloyd: ¿Es muy grave?

Malcom: Mirarlo tu mismo.

Vi mi pierna, no lo hubiera hecho. Estaba doblada en un ángulo anormal.

Malcom: Solo dolerá un segundo. *Toma mi pierna y mi tobillo* Intenta pensar en otra cosa.

Lloyd: ¿En qué...?

Malcom la enderezó y eso me dolió mucho. Comencé a gritar y llorar de dolor.

Malcom: Ahora escuchame bien, mocoso. Quedate ahí o será más difícil curarte.

Asentí con la cabeza. Malcom se fue y regreso con una tabla de madera y más vendas. Acomodó la tabla al lado de mi lesión y la vendó.

Malcom: Ahora escuchame bien. No te puedes levantar hasta que yo te lo diga, ¿quedó claro? *Asentí* No te haré más daño hasta que eso sane.

Se levantó y me trajo mi comida. Comencé a comer todo lo que me entregó. Estaba hambriento. Malcom se fue y me dejó solo, otra vez. Miré las paredes. Todas son grises. Me levanté sobre mi pie ileso y di algunos saltitos hasta una de las paredes. Vi los botes de pintura y algunos pinceles. Los traje hasta mi y comencé a pintar todas las cosas que he visto del mundo exterior. Pinté aquella vez en la que salí y vi todo completamente oscuro. Dibujé aquellas enormes siluetas rasposas y aquellas brillantes estrellas en el cielo acompañadas de su luna.

Malcom me ha dicho que el mundo no siempre es así de oscuro, solo en la noche. Dice que cuando es de día, hay mucha luz gracias a una estrella gigante llamada Sol y que el cielo se vuelve de color azul claro. También me ha dicho que en el día se pueden ver distintos colores por todos lados. Me pregunto si todo eso será cierto o es solo otra de sus mentiras.

Cuando estuvo terminado, me enorgullecí de mi mismo. No creí que pudiera retratar mi único recuerdo del mundo exterior tan bien. Realmente quiero salir de aquí. De pronto, comenzó a hacer mucho frío. Malcom dice que es porque es invierno, ni idea de que significa eso.

Cuando fui de vuelta a mi colchón, vi una pila de libros escondida detrás de los botes de pintura donde me había escondido hace 3 años. Me acerqué dando saltitos. Tomé uno de ellos y miré la portada.

JARDINERÍA
Árboles, flores y otros tipos de hierbas.

¿Por qué Malcom tendría algo así? ¿Qué es la jardinería? Abrí el libro y comencé a hojear las páginas hasta que vi algo que me pareció familiar. Miré mi mural, era casi idéntico. Leí la inscripción.

Árboles

Existen numerosos tipos de árboles alrededor del mundo. Para su jardín le recomendamos un árbol pequeño con ramas cortas...

Volví a ver la foto. Era una de esas siluetas enormes que vi la noche en que escapé, solo que esta foto fue tomada en el día. Seguí leyendo un poco más de información sobre los árboles y me parecieron bastante interesantes.

Después de un rato leyendo, escuché la puerta abriéndose y pasos bajando los escalones.

Malcom: ¿De dónde sacaste ese libro, mocoso?

Lloyd: Oye, ¿por qué me mentiste?

Malcom: ¿De qué hablas?

Lloyd: Dijiste que el aire allá afuera era tóxico, pero este libro dice que los árboles crean aire limpio.

Malcom se quedó sin palabras. Se me acercó e hizo como si me fuera a abofetar, pero no lo hizo.

Malcom: Maldita sea.

Lloyd: *Divertido* ¿Qué? No puedes mentirme más. Dejame volver a ver el mundo.

Malcom: No.

Lloyd: Vamos, solo una miradita y ya.

Malcom: Que no.

Lloyd: Ándale. Por favor, por favor, por favor, por favor, por favor, por favor...

Malcom: ¡¿Te quieres callar?! ¡No te voy a dejar salir porque eres un fenómeno! ¡Eres débil!...

Cada palabra que decía dolía más que la anterior. Eran como golpes, pero... diferentes.

Malcom: ...¡Tus poderes te convierten en un fenómeno! ¡¿Y te has visto en un espejo?! ¡Nadie querría tener tu cara ni en un millón de años! ¡No eres nadie!

De pronto me sentí vacío. Herido por dentro. ¿Realmente soy un fenómeno? ¿Un monstruo que debe permanecer oculto porque es horrible? Si es así, no vale la pena vivir en este mundo. Gruesas lágrimas comenzaron a rodar por mis mejillas hasta caer en el colchón. Sólo escuché que Malcom dejó la bandeja de comida frente a mi y se fue. Lo único que se repetía en mi mente era "¡No eres nadie!". No quería ni comer. Las lágrimas no dejaban de salir de mis ojos. Ya no quiero seguir aquí.

Temporada 1 "Comienzo Tortuoso"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora