Capitulo 20

5.7K 714 193
                                    

—Yume—

Abrí mis ojos de golpe, percibiendo el rostro de Ai, demasiado cerca del mío. ¿Qué diablos estaba haciendo?

Sin pensarlo demasiado ni darle muchas vueltas, lo empuje. Levantándome del suelo de manera torpe.

—¿Yume? —sus ojos se encontraron con los míos. Sentí mi cuerpo estremecerse—. ¿Qué sucede?

Sentí su voz lejana, mie cabeza daba demasiadas vueltas, el calor era sofocante...

—Ah...

—Yume —me tense en cuanto Ai se levantó del piso, acercándose a mí. Retrocedí dos pasos—. ¿Qué pasa?

—No me gusto —solté—. No me gusto besarte.

¿Pero que estoy diciendo?

—¿Qué...? —la decepción en el rostro de Ai, me daba una pequeña punzada en el pecho.

—Tu tampoco —continué, soltando las palabras de manera atropellada—. No me gustas.

Ni siquiera yo mismo era capaz de entender lo que estaba diciendo. Había entrado en completo pánico.

—Pero... —las palabras se le ahogaron en su garganta.

Le dolía. Igual o quizás más que a mí.

—Lo lamento —se disculpo en voz baja, bajando la mirada.

Con mis mejillas y orejas ardiendo, con mis piernas temblorosas y el corazón latiendo con fuerza. Abandone el salón de artes. Estaba cometiendo un error, pero al menos, así lo podría mantener lejos.

Camine por el pasillo con pasos rápidos y la mirada clavaba en mis pies. Lo único que deseaba ahora mismo era ir al baño a mojarme la cara. En verdad estaba ardiendo.

—¡Cuidado, Yume! —la advertencia llego a mis oídos muy tarde. Mi cuerpo choco con un algo.

Retrocedí por el impacto, llevando mis manos a mi nariz. El golpe había hecho que me la lastimara.

—¿Estas bien? —alce la mirada, encontrándome con unos ojos familiares para mí—. Yume.

—Si —respondí de manera cera—. Gracias Yuuki.

—¿Por qué ibas como alma que lleva el diablo? —preguntó—. ¿Paso algo?

Negué con la cabeza, llevando algunos de mis mechones a cubrir mi rostro. Los aparte de inmediato, llevándolos detrás de mi oreja.

—Nada, no te preocupes.

Mire sobre el hombro de Yuuki, viendo con ansiedad el letrero de baños masculinos. Tan solo unos pasos más...

—Por cierto, ¿Has visto a Ai? —palidecí de inmediato—. Dijo que venia al baño, pero no estaba ahí.

—Ah yo... —mi lengua se enredo sola. Estaba entrando en pánico nuevamente.

—¿Yume, estas bien? Estas actuando extraño.

—Tu estas actuando extraño. No yo —solté de golpe las palabras sin pensarlo.

En serio estaba diciendo babosadas.

—En serio, ¿Estas bien?

—Si —respondí. Debía actuar rápido, el baño estaba tan cerca...—. Solo estoy mareado.

—¿Quieres ir a la enfermería? —volvió a abrir la boca—. Puedo acompañarte.

¡Maldición, solo quiero estar solo!

—No hace falta.

—Pero...

—Con permiso.

No le di tiempo a decir nada más, pasé por su lado con rapidez. Prácticamente corrí al baño masculino, encerrándome en uno de los cubículos.

Bajé la tapa del inodoro y en el me subí, abrazando mis piernas. Para mi suerte el baño estaba solitario ya que la campaña para anunciar el fin del almuerzo, no tardo en sonar.

—Mi primer beso... —susurre, tocando con la yema de mis dedos, mis labios. Aun la presión que Ai había hecho en ellos, se sentía.

Esto era tan nuevo para mi...

FLASH BACK

—Me gustas, Yume-san —soltó la pequeña niña frente a mí.

Sus ojos estaban cerrados con fuerza, sus mejillas sonrojadas, estaban tan rojas como el listón que tomaba su cabello en pequeñas coletas.

—Lo lamento —hice una pequeña reverencia, tal y como mi madre me había enseñado—. No puedo corresponder tus sentimientos.

Los ojos de mi compañera de primaria se cristalizaron de inmediato.

—¡Yume-san, eres un idiota! —chillo la chica y corrió a los brazos de nuestra maestra, en donde soltó un largo berrinche por que la habían rechazado.

Sentí un poco de culpa, pero se fue rápido. Mas importante era mi sueño.

Así es, a muy temprana edad, yo ya tenia claro cual era mi sueño, lo que quería ser de grande. Seria modelo.

Después de todo, debía hacer honor a mi nombre. Mis padres me lo habían puesto por un gran motivo: ellos jamás pudieron cumplir los suyos, por eso mismo, esa carga había caído sobre mis hombros en cuanto nací.

FIN DEL FLASH BACK

Baje mis pies del inodoro, incorporándome. Debía quitar todos estos pensamientos de mi cabeza.

No tenia tiempo de sentir amor por otra persona. Ahora mismo, lo único que importaba era mi sueño. Y debía esforzarme por ello.

De lo contrario, un solo error, me dejaría sin aquel anhelo que crecía en mi alma.

Bajo su Falda [B-L/ Yaoi]Where stories live. Discover now