Me levante como siempre de mi cama, con el mismo aburrimiento de siempre, caminé hacia el baño, abrí la ducha y deje que el agua fría cayera sobre mí para saber si sentía algo, sentí un frío reconfortante, me sentí aceptado por el agua.
Luego, salí de la ducha y me miré al espejo, y me dije a mi mismo "Otro día, la misma mierda".
Miré a mi madre con cara de positivismo, ella me sonreía mientras me servía el desayuno, me cambié y coloqué la música de mi Walkman y me despedí de mi madre.
Eran las 6:55, iba tarde a la escuela, pero le daba poca importancia a eso, en el bus, estaba sentado en la ventana, se sentó al lado mío una chica que me dijo.
-Buenos días-
A lo cual, contesté.
-Buenos Días para usted-
Luego de bajarme del bus, sabía que era hora de volver al mundo real, las vacaciones fueron excelentes, comenzaba a dejar de hacer muchas cosas y empezar a hacer otras, pero ese día llegó y supe que tenía que bajar de mi nube.
Con el audífono puesto pasé la portería y me dirigía a la formación que hacían todos los días, en fin caminé entre las filas.
No presté atención a nada y caminé.
El día fue igual cómo todos, pero hubo algo que me hizo sentir peor, no sabía que era, era primera vez que sentía algo parecido.