Hace poco empecé a leer un libro muy interesante, lo que me llamó la atención no fueron los protagonistas, sino el antagonista, era alguien que la vida le había dado duro, fue abandonado por su propio padre, cambió y se convirtió en un fantasma, concepto con el que me sentía identificado.
Ese mismo día comprendí que mi futuro es ser como él, alguien que busca retribución, buscar algo deseado, me salió una sonrisa que no pudo conmigo, sabía lo que tenía que hacer.
Ese día dormí como un bebé, identificarte es bueno y sobre todo si está en un libro de Dan Brown, ese día lo recordé como uno de esos buenos días, los que te sale todo bien, y me di cuenta que eran vacaciones, sabía que si quería convertirme en él, sabía perfectamente que debía cambiar, que debía transformarme, ser perfecto, fuerte para mi retribución y la invisibilidad, que está última era un talento innato, era tiempo que pasaba.
