Un Idol, una celebridad, una estrella... eso es lo que todo niño quiso en algún momento.
Alcanzar los sueños, eso es algo que todos anhelamos y esperamos lograr. ¿Pero todos están dispuestos a correr el riesgo que eso lleva?
(No reproduzcan el vídeo aún) (Aviso importante al final)
— Solo puedo recordarla una y otra vez, deseo dormir pero simplemente no puedo — su voz se iba cortando a medida que hablaba — por favor, no me dejes sola — cuando vi que iba a salir una lágrima me acerqué a ella y la sequé con mi dedo pulgar.
— No me iré — susurré, me senté cruzando mis piernas a un lado de la cama, quedando así mi rostro frente a la de ella, rápidamente ella cubrió su rostro con la manta dejando solo sus ojos visibles —¿necesitas algo? — negó con la cabeza
— Simplemente no me dejes sola — habló bajo pero pude escucharla, por unos segundos solo se escuchaba nuestra respiración pero volvió a hablar — Estoy consciente de que Bong-Soon les habrá contando la razón de mi locura — podía sentir la amargura en su voz — lo siento si me ven como una loca, intenté que n...— la interrumpi.
— Nadie te cree una loca, Misaki y no vuelvas a hablar de esa forma de ti misma, por favor — trate de no sonar como si la estuviera regañando — tienes tus razones y respetamos eso, lo entendemos — ella negó.
— No entienden, nadie lo hace, el-ella er-era... — cuando su voz se cortó puse una mano en su cabeza como señal de que no continuara.
— Lo entendemos, de verdad que si — empecé a acariciar su cabello cuando sus sollozos empezaron y las lágrimas caían a un lado de su rostro. Al sentir que no podía detenerse una canción vino a mi cabeza — Solo concéntrate en el sonido de mi voz ¿esta bien? — ella no contestó pero supuse que me había escuchado.
(Reproduzcan el vídeo)
A medida que cantaba una de mis manos estaba acariciando su cabello, su cabello se sentía extremadamente suave entre mis dedos, sus ojos estaban cerrados acompañados del camino de sus lágrimas.
La canción terminó y pude respirar aliviado al ver como su espalda subía y bajaba pacíficamente, se había quedado dormida, pero aún así no detuve a mis dedos jugando con su cabello. Le había dicho que no la dejaría sola e iba a complirla.
No estoy seguro cuánto tiempo había pasado, pero sentía que el tiempo no corría mientras analizaba su rostro, la mano que estaba en su cabello bajo lentamente hacia su frente, su piel era cálida bajo mis dedos, lentamente hice un camino hasta llegar al rastro de lágrimas, limpiándolas.
«Missi ¿como puedo ayudarte?»
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* Misaki*
Desperté cuando sentía algo molestarme los ojos.
— Necesitas desayunar — abrí los ojos cuando escuché la voz de Bong-Soon, traía en una de sus manos un tarro con cereales y con la otra había abierto las cortinas dejando entrar los rayos de sol.
Los recuerdos de la noche anterior vinieron a mi mente.
