Algunas cosas, sin importar lo mucho que se deseen, no importa lo mucho que esperamos, no importa lo mucho que rogamos por ellos en secreto en nuestros corazones, no están destinados a ser. Estoy aquí para decir adiós.
(T.J.K.)* * *
Alec no podía creerlo. Sentía que su corazón iba a salírsele del pecho, buscó a Asmodeus o a Izzy con la mirada. Sus ojos se cruzaron con los verde dorado del rey Bane y hubo una punzada en su pecho, eran tan parecidos a los de Magnus.
Presionó esa mano fría una última vez antes de encaminarse hacia ellos. -Gracias -fue todo lo que pudo murmurar hacia él-. Gracias.
Y lo siento. Lo siento tanto.
Alec hubiera querido correr, pero las heridas y los golpes no lo dejaban. Así que se conformo con cojear tan rápido como pudo. Hubiera querido gritar, pero su garganta estaba cerrada con un nudo de lágrimas. Parecía que nunca iban a terminar.
Justo antes de llegar al rey y poder suspirar de alivio, las puertas se abrieron y la reina Monique entró del brazo de su hijo. Un velo negro cubría su rostro, pero cuando pasaron al lado de Alec, pudo notar las lágrimas y lo realmente afectada que se veía. Hubo un sollozo y un estremecimiento cuando se detuvo junto al ataúd, lo único que la sostenía era su hijo.
Andrés que miraba a Alec con un odio que casi dolía.
Alec no se había dado cuenta que se detuvo a medio pasillo hasta que Asmodeus pasó a su lado, dejó un apretón en su brazo, y susurró: -Como ves, nos duele mucho a todos. Es tan injusto todo esto. Mi Magnus merecía una vida larga y feliz...al lado de la persona que amaba.
Él no dijo "Su princesa", porque sabía que, para Magnus, nunca hubo una princesa. Para Magnus no hubo más corazón que para Alexander Lightwood, su príncipe.
Asmodeus le dio una sonrisa triste antes de caminar hacia su esposa y el ataúd con el cuerpo del príncipe.
-Alec, tal vez deberíamos irnos ya -Isabelle se puso a su lado, dejando que su hermano se apoyara en ella. Tenían tanto que hacer: asegurarse que Simon y sus padres estuvieran bien, buscar a Esperanza que desde ayer no aparecía...-. Ya nada nos detiene aquí, Alec, y es una tortura para ti quedarte a presenciar esto. Magnus ya murió, en nada ayuda que tú estés presente cuando todos digan adiós a su príncipe y lo lloren. Mejor recuérdalo vivo, con una sonrisa, recuérdalo feliz. Él querría eso.
Alec hizo una mueca. No podía explicárselo a Izzy. -Si quieres, puedes irte. No puedo. Yo...yo todavía tengo asuntos pendientes.
-Alec -Isabelle se estiró para susurrarle al oído, todavía más bajo-, no puedes ganarles. Mírala, ahí, llorando como si realmente le doliera. Asmodeus nunca nos creerá nada sobre ella o su hijo.
Lo que sea que Alec fuera a responder se vio interrumpido por las campanadas. Esta vez no era una boda o un novio fugitivo, las campanas sonaban despidiendo a un príncipe, alguien noble, de corazón puro, que no debería haber muerto tan joven y definitivamente no de ese modo.
Alec le dio una mirada triste a su hermana antes de cojear hacia el ataúd. Dolía cada centímetro de su cuerpo y su corazón estaba en pedazos, pero era lo mínimo que podía hacer.
Generalmente, serían sirvientes quienes llevarían el ataúd. No esta vez. El ataúd del príncipe Magnus Bane lo llevaba su padre, el rey Asmodeus Bane, su hermanastro Andrés, un hombre que Alec no reconoció, y él mismo se ofreció. No podía no hacerlo, aunque empeorara sus lesiones, no podía no hacerlo. En su memoria.
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Mi princesa (Malec)
Fanfiction[TERMINADA] El reino Bane y el reino Lightwood se han comprometido en una alianza beneficiosa para ambos. Para sellarla unirán en matrimonio a la princesa Isabelle con el príncipe Magnus... Sólo hay un problema: Isabelle Lightwood está enamorada y h...