Jikook al por mayor [FINALIZADA]

Microcuentos 문 ft 얔 "Los príncipes de Busán" (participación)

Contexto: Este era un concurso en el cual participé para el amino Jikook/kookmin. Tenía que elegir hacer un final alternativo o bien, una historia nueva pero conservando algunas condiciones de la historia original. Espero lo disfruten <3

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Nuestra situación era lamentable y triste. Como si el dolor de vivir un amor prohibido en condiciones peyorativas no fuese suficiente, Jimin ha enfermado. Mi corazón sufría cada vez más al ver como su espíritu amenazaba con abandonar su cuerpo sin respetar su condición de ser humano digno de vivir.

Pasábamos hambre y lo único que teníamos era una manta improvisada con algunos sacos de yute que había en el lugar y la luna, que por las noches nos abrazaba con su luz permitiendo ser un poco más optimistas y tener fuerzas para seguir pidiendo ayuda esperanzados con ser libres.

Jimin estaba muy débil y yo con la poca fuerza que tenía intentaba escapar como pudiera. Era un calabozo sin salida y lo único que teníamos como esperanza de libertad, era el tragaluz con barrotes que había en el cielo de este lugar. Miraba a mi amor y comencé a llorar porque sentía frustración e impotencia por no poder siquiera asistirlo en su enfermedad.

Contemplaba la luna, teniendo a mi amado cerca de mí, acariciando su cabello mientras su cabeza estaba posada en mis piernas – Sólo quiero ponerte a salvo. Por ti, mi amor, soy capaz de cualquier cosa – murmuré mientras le miraba disfrutando quizás los últimos momentos con el amor de mi vida y le cantaba para ver si así bajaba un poco la fiebre que mantenía su frente y su cuerpo sudado.

Una gota calló en mi frente y comenzó a llover, algo muy extraño en esta época del año. Cada vez la lluvia se hacía más intensa y miré hacia el tragaluz viendo la silueta de una mujer que con una capucha cubría su cabello blanco como la nieve con una piel albina que, aun siendo de noche, se notaba la palidez de esta. Ella me lanzó un pergamino y una cuerda que estaba atada a dos barrotes – ¡Hey! ¡ayúdanos por favor! – le dije a aquella mujer, pero se fue sin decir palabra alguna. Me puse de pie y fui a buscar el pergamino para ver su contenido. Me quedé un momento estupefacto y miré a Jimin para sollozar y sonreír en un vago intento de optimismo – Te amo y juro que te sacaré de aquí – fui donde él y le di un beso apasionado sollozando para ponerme de pie nuevamente yendo al centro del calabozo y mirar la luna leyendo en voz alta lo que el pergamino decía:

"A la luna miro y con mi ángel le he de admirar. Para salvar mi amor, algo debo sacrificar. La luz me cubre y nos protege sin dudar es por eso que mi voz le he de regalar..."

Una luz cegadora nos invadió y cuando miré hacia el cielo, la luna ya no estaba y de los seis barrotes que nos privaban de libertad sólo quedaban dos dando espacio suficiente para poder escapar subiendo por la soga suspendida que había dejado aquella extraña mujer.

Logramos escapar y cuando llegamos a un lugar lejos de lo que fue nuestro reino quise pedir auxilio, pero ya no tenía voz. Como pude expliqué la situación de Jimin y un curandero le ayudó a mejorar.

Fue así como pasaron 100 días de nuestra libertad. Contemplábamos la noche y miré la luna agradeciendo lo que hizo por nosotros. Miré a Jimin y no podía hablar, pero con sólo una mirada le podía decir cuanto lo amaba y lo desbocado que latía mi corazón por él – también te amo Kookie – sonreí dejando un beso tierno en sus labios para acomodarme en su regazo escuchando su corazón latir.