El ladrón del amor

El traga almas

-Nos pagarás por abonos....-

-El resto de tu vida...-

Escuche entre sueños hasta que desperté, aún era de noche, estaba en la azotea de mi edificio.
Rápido me metí a mi departamento para dormir en mi habitacion lo que quedaba de madrugada...

En la mañana como siempre fui a la escuela, tome el mexibus hacia mi plantel.

Al acabar mi día escolar de siempre, en el camino a casa, vi a una pareja que me daba envidia, a diario la veía bien y feliz, tal y como yo solía estar con haruka, pero una voz en mi mente decía:

-extiende la mano a su dirección-

Mi curiosidad se despertó por hacerlo, pero sabía que me vería raro haciendo eso.

Nuevamente esa voz me insistía en hacerlo, pero para perder la curiosidad extendí la mano hacia ellos y algo en mi pecho comenzó a brillar, y pude contemplar como mi mano absorbía el alma de dicha pareja,
Al acabar el proceso me asuste mucho, me puse muy histérico y culpable, pense que la había matado, pero pude escuchar gritos de discusión, notaba como la chica ahora le hablaba a su novio como si lo odiara, pareciera que jamás lo había amado.

Yo trate de disimular y corrí rápido para alejarme de la escena, al llegar a casa no pude comer, estaba angustiado por lo que había pasado, me sentía culpable una parte de mi, pero la otra estaba dichosa por ver como esa pareja tan feliz que se veía colapsaba, me hizo sentir bien la desgracia de aquellos dos.

En la noche, rápidamente dormí ya que es estrés junto a mis actividades diarias en casa me habían agotado la energía, al cerrar mis ojos escuche una risa femenina.

-¿Que carajos?-

Dije quitando las cobijas de mi cara y estaba ella de nuevo, la chica de los siete fuegos ardientes, con un vestido y velo rojo.

-¿Acaso no te dijiste que estabas dispuesto a pagar cualquier precio con tal de recuperarla ?

Dijo con orgullo esta deidad.

- Osea....si, pero no me dijeron que tenía que robar el alma de las personas -

Decía mirando hacia abajo con algo de culpa por lo que había pasado

-No estas robando sus almas ignorante mortal -

-¿Entonces?

- Lo que estas robando... Hijo mío es el amor en su esencia pura -

Dijo un ángel que tocaba mi hombro interrumpiendo lo que aquella deidad vudú estaba por decirme

-¿Algo así como las almas de visión que ganas venciendo a los gemelos de Terraria? -

- Eh... Si, algo parecido, sólo que es algo malo, ya que le quitas todo el amor existente a aquella persona, dejándola como una persona llena de odio y rencor hacia el mundo como a si misma -

Decía el ángel acariciando mi cabello con algo de dulzura

- No vengas a quitarme a mi a usuario ya esta muy metido en esto como para recibir el perdón de tu "Creador" -

Dijo la deidad.

-Hmmm no quiero problemas contigo, además yo no soy el encargado de blandir una espada para alejarte del hijo de mi padre, como sea, aún no es tarde para arrepentirse... Piensalo bien y arrepientete de este pecado mortal.... -

Desapareció el Ángel con una expresión de preocupación en su rostro.

- regresando a nuestro trató, te doy la oportunidad de pensar bien en tu petición.

¿De verdad quieres a esa chica de vuela?

A pesar de ser alguien que no ve el precio que tienes -

Me puse a pensarlo, y de verdad la amaba, la extrañaba, sus besos..
Su manera de ser conmigo y el como me consentía en mis caprichos...

-Aceptó el trato, ¿Cual es el precio? -

-Todo el amor existente del mundo, a cambio de tu chica haruka -

Me dijo señalando mi pecho mientras seguía explicándome el precio de su magia.

-Cada mes vendré por las almas de amor que recolectes, y no quiero que a medio trató te arrepientas o te ira peor, por que a partir de aquí ya no hay marcha atrás, ahora sólo extiende tu mano y cierra los ojos para absorber bien toda el amor y no se pierda en el espacio del nada, ¿Entendido? -

Asentí con la cabeza mientras miraba mi mano.

-Ahora... Descansa... Ya que te concederé un regalo para facilitarte el trabajo -

Yo me extrañe por lo que dijo, pero al cerrar los ojos ella me hundió los ojos con fuerza de sus dedos, me dolió mucho que grite hasta desmayarme... Otra vez.